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Raúl Oliván (Gobierno Abierto): «La transparencia se ha demostrado como una eficaz herramienta de gestión a todos los niveles»

Raúl Oliván

Director general de Gobierno Abierto e Innovación Social

De la Dirección General de Gobierno Abierto e Innovación Social depende el Portal de Transparencia del Gobierno de Aragón que permite conocer a diario los datos relacionados con la pandemia provocada por el Covid-19. Para su director general, Raúl Oliván, la transparencia ha demostrado ser una herramienta eficaz de gestión a nivel de salud, comunicación y de conciencia social, además de servir para prevenir la corrupción y elevar el listón ético y moral de las instituciones. Hablamos con él sobre el mencionado portal -que recibió cerca de dos millones de visitas el año pasado- y sobre otros proyectos que se están llevando a cabo desde su Dirección General.

¿Podría hablarnos de su trayectoria antes de llegar al Gobierno de Aragón en 2017?

Soy funcionario del Ayuntamiento de Zaragoza, sin duda, el proyecto que más ha marcado mi carrera es Zaragoza Activa. Le dediqué casi diez años desde que lo concebimos hasta que lo dejé a finales de 2017. En ese tiempo creamos un ecosistema de emprendimiento e innovación social que tenía la sede central en la Azucarera del Rabal. 

Gracias a proyectos como La Colaboradora, Made in Zaragoza, el Vivero, el HackLab, el Semillero, creamos una red de más de 11.000 personas, impulsamos más de 500 empresas, 3.000 eventos, generando un SROI (retorno social de la inversión) que multiplicaba por 2,5 cada euro público invertido. Con todo, lo intangible, era todavía más valioso. Antes de Zaragoza Activa, estuve trabajando en proyectos relacionados con participación ciudadana y activismo cívico.

De su dirección general depende el portal de transparencia del Gobierno donde pueden verse diariamente los datos relacionados con la pandemia. ¿Cómo se trabaja para ofrecer esta información?

Los datos nos llegan de Salud Pública y nosotros los organizamos para que se entiendan mejor. Somos la parte visible de una cadena de personas que recoge y depura los datos. La transparencia se ha demostrado como una eficaz herramienta de gestión a todos los niveles: salud, comunicación, conciencia social, cuadro de mando integral…

Además de los periodistas, ¿hacen también uso de este servicio los ciudadanos en general?

Hemos tenido meses con casi 400.000 visitas. Ese nivel solo se alcanza cuando miles de ciudadanos están usando asiduamente el portal. Somos una herramienta para todo tipo de personas. Incluso nuestro proyecto Gobierno Fácil ha acercado los datos a personas con baja comprensión lectora.

¿Cree que el portal de Transparencia sirve para generar confianza en la ciudadanía?

Sin duda, lo dije hace poco y el presidente Lambán lo ha reiterado varias veces, Aragón ha dado un ejemplo magnífico de transparencia contando toda la verdad. Ahora que los datos son buenos, la gente nos cree porque cuando eran malos también los publicamos.

El año pasado el portal de transparencia recibió 1.868.198 visitas. ¿Fue el covid lo más consultado? ¿Qué otros temas son consultados?

Obviamente el Covid se lleva la palma, hay otros temas recurrentes que tienen que ver con empleo público, retribuciones y esas cosas. El derecho al saber también genera cada vez más tráfico en el portal. Cualquier ciudadano puede preguntarnos cualquier cosa y nosotros le vamos a contestar. Con un email, ni DNI, ni huella digital, ni código pin, con un email nos sirve.

¿Qué balance hace de este primer año de pandemia en lo relativo a transparencia?

Estoy muy orgulloso de dirigir esta área en este año fatídico. Desde el presidente, la consejera Sira Ripollés o nuestra propia consejera María Victoria Broto, hasta cualquiera de los miembros de mi equipo, hemos estado comprometidos con la verdad. Y la verdad puede ser dolorosa o compleja de explicar, puede perjudicar a algunos sectores, pero es el único camino para salir de crisis sistémicas como la que hemos vivido. 

¿Cree que la transparencia de las instituciones públicas sirve para garantizar la calidad de la democracia?

Es uno de sus puntales, desde luego. La transparencia previene la corrupción, tensiona el ritmo de la organización pues la somete a la rendición de cuentas, eleva el listón ético y moral, permite el conocimiento mutuo entre agencias e instituciones, nos comparamos y así nos obligamos a mejorar. En unos días saldrá a la luz VISUALGOB, tras un año de trabajo interrumpido por la pandemia, creo que va a ser el software más potente que exista en nuestro país de rendición de cuentas para un plan de gobierno. Lo que no consiguieron los planes de calidad en la modernización de la administración lo vamos a conseguir con la transparencia.

El año pasado se creó la plataforma Frena la curva para canalizar iniciativas y ayuda social y ha llegado incluso a cruzar fronteras. ¿Qué enseñanzas extrae de este proyecto?

Cuando estalla la pandemia, yo acababa de terminar el informe ‘Instituciones que Aprenden’ que me había encargado la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado para promover una hoja de ruta innovadora a las instituciones. En ese informe incluí una herramienta llamada HIP (Hexágono de la Innovación Pública) que sintetiza en seis vectores el proceso de transformación de una institución tradicional hacia un ecosistema de innovación. 

Lo que hicimos fue aplicar esa teoría a un caso real: Frena la Curva y los resultados nos desbordaron. En una semana, la iniciativa había saltado de Aragón a toda España, y dos semanas más tarde, estábamos ya en varios países de Latino América. Acabamos impactando en más de veinte países, implicando a más de 2.000 personas, 300 organizaciones, empresas, laboratorios de innovación; y produciendo 103 proyectos de impacto social a nivel mundial. Algunos tan potentes como los que lideramos aquí mismo en Aragón: ‘La centralita de donaciones ciudadanas’ que recogió mascarillas caseras cuando no había, ‘Libros que unen’ para chavales sin conectividad digital o el proyecto de tablets para residencias de mayores que montamos con Alberto Ibor.

¿Cómo se está trabajando en materia de voluntariado en el escenario actual?

Precisamente en muchos de los proyectos que te he mencionado tuvieron un papel destacable los voluntarios. Siempre digo que el voluntariado es el mejor patrimonio moral de un país. Nuestra mejor cara. Y aquí su trabajo y desempeño ha sido encomiable. Voluntarios de toda la vida, pero también empresas y ciudadanos que decidieron pasar a la acción y dar lo mejor de sí.

Nuestro principal proyecto en este sentido es CVOL, la plataforma digital que acredita el voluntariado como si fuera une experiencia curricular, contabilizando competencias transversales y el impacto en los ODS. El voluntariado se hace por amor y generosidad, pero si además eso te sirve para tu futuro laboral, mejor todavía.

¿Qué nos puede contar del reciente Proyecto Aspasia?

Aspasia es un proyecto que promueve la participación y la visibilidad de la mujer en los asuntos públicos. Lo lanzamos con el apoyo del IAM y del Pacto de Estado contra la violencia de género. Nos damos cuenta que en determinados foros a según qué horas, vienen menos mujeres. Eso es inadmisible. Necesitamos todo el talento y las ideas de las mujeres para afrontar el futuro. Y los niños y las niñas necesitan ver esos modelos para proyectarse a sí mismos. En ese sentido, una de las líneas de trabajo de Aspasia con Wikiesfera es subir perfiles de mujeres destacadas de Aragón a la Wikipedia.

¿Aspasia forma parte del laboratorio de innovación democrática e innovación social que han montado, pero hay otras líneas de trabajo, puede hablarnos de ellas?

Exacto, el LAAAB es un proyecto que pretende profundizar en el gobierno abierto y la innovación social desde el Gobierno de Aragón. Tenemos muchas iniciativas abiertas: Open Kids (participación para niños), Social Impact Academy (para jóvenes), Gobierno Fácil (personas con discapacidad), VisualGOB (rendición de cuentas), Hateblockers (narrativas digitales contra el odio), AWE (Academia para mujeres emprendedoras e innovadoras con el consulado de EEUU y el ITA), Co-Diseño de Servicios Públicos (diseño con funcionarios y ciudadanos de la mano del CADI)… todo esto conforma el LAAAB, una nueva forma de construir institucionalidad implicando la energía ciudadana, aplicando los seis vectores de nuestro modelo, el Hexágono de la Innovación Pública (OPEN / TRANS / FAST / PROTO / CO y TEC) para acelerar la transición hacia una organización en red, abierta, flexible, empática y democrática.

¿Próximos pasos?

Estamos decididos a impulsar el HIP como herramienta de transformación en el Gobierno de Aragón, tejiendo alianzas híbridas con instituciones, empresas y organizaciones sociales. Además, estos meses estoy terminando un Master de Filosofía de los Retos Contemporáneos, que me está ayudando a trenzar mejor la teoría y la acción. 

Redacción AEA / L L M

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