Aragonanda Opinión

La Pelarda (1512 m)

LA PELARDA (1512 m)
En la cabecera del Huerva

Chema Tapia

Montañero y divulgador
chematapia.blogspot.com

Partimos de Calamocha, capital de la comarca del Jiloca, para tomar la carretera A-1508 unos 10 km, y desviarnos a la izquierda por la A-2513 hasta Olalla, porque es de donde partimos para irnos maridando tímidamente con el barranco de la Riera, que va dejando a uno y otro lado grandes y hermosos ejemplares de chopo cabecero, célebre en esta comarca, y puesto en valor con la creación del Parque Cultural del Chopo Cabecero.

Sobre el Km 10, encontramos la entrada al desvío para ir al Santuario de Nª Sª de Pelarda, que lo dejamos a la derecha, para dirigirnos a lo alto del puerto. Para ello continuamos carretera adelante, dejando a ambos lados viejos corrales espaldados. Damos comienzo ya al puerto de Fonfría, a cuyo alto, a 1470 metros llegamos, y a poco ya de entrar en el término municipal que le da nombre, dejamos el vehículo. Desde aquí ya damos vista a la divisoria de aguas del Huerva y el Aguas Vivas, dos ríos afluentes directos del Ebro, pero que nacen como enfadados, espalda con espalda, encarando distintos valles. Más abierto a nuestra vista es la cuenca del Huerva, cuyos primeros compases discurren entre la sierra de Oriche, entre Bea y Fonfría, y la de Pelarda, en la que estamos y tenemos que recorrer unos pocos kilómetros.

Dejamos el vehículo, como decimos, en lo alto del puerto, y por pista forestal, que lo normal es encontrársela nevada en esta época del año, nos dirigimos hacia el NW por la loma, a caballo entre los términos de Calamocha y Bea. Estamos en el extremo sur de este último TM, y rodeados por dos de los 156 LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) que hay en Aragón, zonas de especial protección reconocidas por la Comisión Europea. Tomamos pues, con cuidado, la pista que va subiendo en la dirección citada, con la parte alta de una torre de vigilancia ya a la vista. El atronador silencio de la montaña únicamente es roto por el crujir de nuestros pasos, que poco a poco se van encaminando hacia esa torre entre pinos y pequeñas jaras. Seguimos adelante por la misma pista, que más parece un corta fuegos, y que a partir de aquí dibuja un leve descenso, hasta llegar a un cruce.

Tomamos la dirección de la derecha, que nos comienza a subir de nuevo, hasta alcanzar ya el vértice geodésico que, elevado sobre una zapata de unos tres o cuatro metros, orgulloso se yergue como punto más alto de esta sierra. A lo lejos se adivinan los Pirineos, con las sayas blancas que el invierno les ha traído. En lontananza también, aunque no tanto, el padre Moncayo, que luce igualmente sus mejores galas.

Media vuelta y a volver por donde hemos venido, sorteando alguna placa de hielo, pero la mayor parte del tiempo por nieve dura que cruje bajo nuestros pies. Las pequeñas matas de jara luchan por sobrevivir, asomando sobre la nieve. Llegamos al coche en esta fría, pero serena, mañana, sin viento, sin partículas que ensucian el ambiente, confiriendo una atmósfera limpia, característica de los frentes continentales, de origen siberiano, a diferencia de los atlánticos, de origen polar, si es que lo encontramos como lo hizo el autor. Un corto paseo, que no todo van a ser largas caminatas, por la loma de una bonita sierra.

Ya de regreso, al dar vista al sur, se nos ofrecen como telón de fondo las sierras turolenses, con las máximas alturas de la provincia, que se pueden encontrar en Gúdar y Javalambre.

Distancia: 2,5 km

Duración: 45′

Desnivel acum.: 100 m D+/-

Más información:

https://chematapia.blogspot.com/2017/01/pelarda-en-la-cabecera-de-la-huerva.html

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