De Libros, Canciones y Películas Opinión

Historias y poemas de vida, amor y duelo

De libros, canciones y películas

Laura Latorre Molins

Periodista

‘Puente de hierro’ (Pregunta Ediciones). La nueva novela de Miguel Mena es una suerte de recorrido por el último medio siglo de historia de Zaragoza vivido a través de los ojos de Carmen, una chica nacida en los años sesenta, y su familia. 

Revivimos con ellos algunos de los acontecimientos que han marcado la historia reciente de esta ciudad: la construcción del puente de Santiago, el incendio del Hotel Corona de Aragón, el atentado de ETA contra la casa cuartel o la llegada de la Expo 2008.

Con Zaragoza como escenario principal, ‘Puente de hierro’ nos habla de la vida, del paso del tiempo y de cómo el amor y las relaciones familiares van transformándose y adaptándose. Nos muestra la sociedad de estas últimas décadas y la manera que tienen diferentes generaciones de entender la realidad.

‘Tienes que mirar’ (Impedimenta) es un libro de no ficción en el que la periodista Anna Starobinets narra el durísimo proceso al que tuvo que enfrentarse hace diez años cuando decidió abortar.

Tomó la decisión cuando a su bebé le diagnosticaron una enfermedad que le impediría sobrevivir si llevaba a término el embarazo.

Esta historia nos demuestra que no hace falta irse lejos (ni temporal ni espacialmente) para encontrar un sistema que juzga y tortura de diferentes modos a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo. Starobinets denuncia en estas páginas que el sistema ruso de salud plantea el aborto como un proceso innecesariamente cruel que castiga a la mujer, sin ofrecerle empatía ni información clara. Una historia impactante pero cuya lectura resulta necesaria.

‘Un año y tres meses’ (Tusquets) es el poemario que acaba de publicar Luis García Montero, dedicado a su mujer, la escritora Almudena Grandes, fallecida el pasado mes de noviembre.

Es un libro bellísimo y doloroso a partes iguales, un canto al amor y a los cuidados, a esa ausencia desgarradora que al mismo tiempo es la confirmación de que todo lo perdido y añorado existió. 

En el poema ‘Amor de siempre’, García Montero escribe:

 

Supongo que este modo de sentirse
definitivamente hundido
es una forma mía de estar enamorado
para empezar de nuevo
una vida distinta
con el amor de siempre.

En ‘La primera mano que sostuvo la mía’ (Libros del Asteroide), la escritora irlandesa Maggie O Farrell entrelaza la vida de dos mujeres sin aparente relación, separadas por varias décadas, pero unidas de algún modo por el arte, el amor o la maternidad. 

De hecho, O’Farrell hace un complejo retrato de la experiencia de la maternidad, con sus luces y sus sombras. La pericia narrativa de esta escritora es brillante, así como su habilidad para reflejar sentimientos humanos.  

‘Madres’ (Pregunta Ediciones), de Begoña Abad, es un recopilatorio de poemas que comparten uno de los ejes centrales de la obra de la autora, la figura de la madre y la relación entre madres e hijos. 

El poemario está marcado por la belleza de lo simple, de un gesto mil veces repetido, de una tarde compartida.

‘Madres’ es un libro delicado, tierno y cercano del que rescato estos versos:

Mi madre es mi tierra,

mi lugar de partida.

Mi vínculo más profundo con la raíz

en la que me reconozco

cuando la luna y el sol

eran principio y final.

No puedo terminar este artículo sin mencionar y recomendar el documental ‘Labordeta. Un hombre sin más’, dirigido por Gaizka Urresti y Paula Labordeta. Una hermosa cinta en la que nos acercamos al humanista, poeta, escritor, actor, cantautor y político que, a pesar de haber sido una de las figuras más importantes de Aragón, pedía en su canción ‘Ya ves’ ser recordado como “un hombre sin más”.

A la emoción de ver el documental en una sala de cine y de recordar a José Antonio Labordeta a través de los testimonios de sus amigos y familiares, se une la de escuchar los murmullos de quienes tarareaban ‘Canto a la libertad’ emocionados desde sus butacas y las lágrimas que asomaban a los ojos de muchos espectadores -de todas las edades- al abandonar la sala. 

Es bonito ver que su recuerdo y su legado nos siguen acompañando y emocionando. Nunca “un hombre sin más” fue tan excepcional.

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