El Torreón es ahora un centro de visitantes donde podemos sumergirnos en el apasionante mundo templario, y conocer mucho mejor el pasado histórico de esta hermosa villa del Maestrazgo turolense. Como recomendación, no se olviden de callejear, hallarán rincones realmente sorprendentes. Recuerde que la visita más importante está por realizarse aún, falta el Castillo.
Tome fuerzas, un refrigerio en la Bodega le vendrá muy bien, para iniciar el ascenso y disfrutar de las maravillosas vistas que vamos a contemplar. Una vez hayamos llegado al castillo tendremos respuesta para algunas preguntas, su magnífica ubicación defensiva en la cima de una gran muralla natural, cómo pudieron soportar el asedio durante nueve meses, cómo lo construyeron… hace casi mil años no debió de ser nada fácil.