Aragonanda Opinión

Ermita de San Sadurní

Bajo la peña del Castellaso

ARAGONANDA

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Chema Tapia

Montañero y divulgador
chematapia.blogspot.com

Otra propuesta para recorrer esos caminos de viejo que unían, y lo siguen haciendo, aunque con menor intensidad, los pueblos del Solano de Benasque desde Castejón de Sos. En este caso nuestro destino será la ermita de San Sadurní, en el término de Sesué, pasando por esa población, capital del municipio. Se trata de una ruta de ida y vuelta desde Castejón de Sos, de donde salimos frente a un crucero a pie de carretera, donde hay una estrecha calle por la que nos metemos para dar comienzo a nuestra andadura. Tan estrecho es el callejón, apenas pasa un coche, que lo culmina un arco que comunica las viviendas de ambos lados. Unos rincones con sorprendentes elementos que evocan otros tiempos.

Salimos en clara dirección norte, por ancha pista jalonada por enormes chopos. Seguimos rectos en un cruce, dejando a la derecha un aparcamiento de caravanas, y un poco más adelante, a la izquierda la borda Blanca. Cruzamos por un puente el barranco de Liri, pasando ya al término municipal de Sesué, y seguimos, coqueteando con el de Villanova. Seguidamente, otro cruce, y también rectos. Se nos presenta una bifurcación, y tomamos el ramal de la izquierda. A los cuarenta minutos de andar por pistas, nos metemos a la derecha, dando inicio a un ancho camino que pronto se convierte en una senda con buen ambiente.

A los diez minutos, dejamos a la izquierda los restos de una gran casa de piedra, cuya ruina ha venido a rematar un gran pedrusco que ha tirado un muro. Y en otros diez minutos más llegamos a la central eléctrica de Sesué, y una vez sobrepasada, al puente carretero, desde donde nos incorporamos a la carretera local de Sesué, localidad a la que llegamos en un momento, pasando antes por una moderna urbanización, antes de llegar al casco viejo del pueblo. Nos podemos acercar hasta la parroquial de San Chinés/Ginés, del siglo XI, con modificaciones posteriores que apenas dejan lucir sus orígenes románicos.

Un poco más arriba, en dirección norte, encontramos la tablilla que nos indica nuestro destino, la ermita de San Sadurní, por un sendero que nos sube hasta dar con la pista, que seguimos ascendiendo, y una vez salvados algunos zigzags llegamos a un alto, en el que la dejamos para meternos por un sendero a la izquierda, que en cuatro pasos nos deja en la ermita, enclavada en una privilegiada atalaya junto al Castellaso, promontorio que se deja ver desde la distancia, de hecho, es una de las mayores alturas del municipio de Sesué, y que alberga una vía ferrata. Cuenta la tradición cristiana que este santo, Sadurní o Saturnino, vivió en el siglo III d.C., y que vino desde Egipto hasta las Galias e Hispania para evangelizar estas tierras, en manos de los romanos. De pequeñas dimensiones, el escaso valor arquitectónico está compensado con lo armonioso de sus proporciones, pero, sobre todo, por los cuidados alrededores y el emplazamiento. Un muy agradable lugar que invita a estar un buen rato contemplando las excelentes vistas que ofrece.

Volvemos sobre nuestros pasos hasta dar al cuarto de hora con un desvío de la pista, a mano derecha, que nos indica la ermita de San Pedro, y que no nos resistimos a tomar. Es un ramal de la pista, que pronto dejamos para meternos por un sendero, que nos lleva hasta lo que queda de ella, un pequeño templo de dudosa tipología lombarda, que se conserva en estado ruinoso. Volvemos a la pista y enseguida encontramos el sendero para continuar con el regreso volviendo sobre nuestros pasos, que nos llevan hasta Sesué, para deshacer lo andado hasta aquí, y llegar finalmente al punto de partida en Castejón de Sos.

Distancia: 15,8 km

Duración: 4h 35’

Desnivel acum.: 450 m D+/-

Más información:

https://chematapia.blogspot.com/2022/04/ermita-de-san-sadurni-desde-castejon-de.html

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