Jesús Sánchez (Proyecto Hombre): «No somos capaces como sociedad de instar a nuestras instituciones para que exista una regulación más restrictiva con el alcohol y el tabaco»
Jesús Sánchez Director
Gerente de la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza – Proyecto Hombre (CSZ-PH)
En 1985 se constituyó la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza-Proyecto Hombre de la mano de la archidiócesis de Zaragoza. Desde entonces la Fundación ha cimentado su vocación de servicio ante el problema de las adicciones con distintas propuestas terapéuticas, ampliando su campo de actuación y adaptando las respuestas a las necesidades, situaciones y perfiles de las personas que nos demandan ayuda.
El patronato fundacional está integrado por Cáritas Diocesana de Zaragoza, Grupo San Valero y Hermanas de la Caridad de Sta. Ana.
CSZ-PH lleva en marcha desde 1985, ¿qué balance hacen de estos años? ¿Está la sociedad más informada y sensibilizada sobre las drogas?
No podemos olvidar que, en aquellos años, la problemática de las drogodependencias estaba entre las 3 primeras preocupaciones de los españoles según las encuestas del CIS, pero esta opinión estaba muy condicionada por los problemas de seguridad pública que conllevaba esta problemática.
A lo largo de todos estos años ha cambiado mucho la realidad social en nuestro país y la sociedad está mucho más concienciada y sensibilizada ante estos problemas, ya que dispone de mucha más información, se ha trabajado intensamente en programas de prevención y afortunadamente los servicios asistenciales de atención a estos pacientes están integrados en los servicios sociosanitarios de las consejerías de las diferentes comunidades autónomas.
¿En qué consisten sus planes de prevención de drogodependencias?
A principios de la década de los 90 pusimos en marcha un Plan de Prevención, contando el inestimable y continuo apoyo de la Fundación Ibercaja.
Desde el mismo promovemos una mejor preparación de los agentes que intervienen en el proceso educativo y crecimiento integral en adolescentes y jóvenes. Dotamos de recursos para el abordaje y manejo de conductas susceptibles de riesgo y asesoramos y formamos a las administraciones locales, centros educativos o dispositivos de atención sociosanitaria en el desarrollo de estrategias preventivas.
Además. disponemos del Programa Terapéutico Tarabidan desde el que realizamos una orientación y tratamiento con la finalidad de promover un proceso educativo y de maduración personal en jóvenes que mantienen comportamientos de riesgo (consumo de sustancias, problemas comportamentales, conflictos con iguales, dificultares en área escolar, violencia, trastornos conducta alimentaria, etc.).
¿A cuántas personas suelen ayudar cada año?
Según la memoria de actividades de nuestra Fundación en la que publicamos nuestros últimos datos disponibles y correspondientes al año 2022, atendimos a más de 1300 personas y cerca de 300 familias.
Estas atenciones se realizan desde nuestras dos UASAS (Unidades de Atención y Seguimiento de las Adicciones) contempladas en el Plan autonómico de drogodependencias del Gobierno de Aragón y consideradas como servicios sociosanitarios públicos, universales y gratuitos.
Además, disponemos de la única Comunidad Terapéutica residencial para atender las adicciones que hay en nuestra comunidad autónoma, con una capacidad para 45 plazas que están completas durante todo el año, además de un piso supervisado de reinserción con 5 plazas. Estos dispositivos también forman parte de la cartera de servicios sociosanitarios de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón.
¿Con qué perfiles se suelen encontrar mayoritariamente?
Como en todos los servicios de atención a esta patología adictiva, el 80% de los usuarios con hombres y el 20% mujeres.
El perfil más habitual es el de un hombre con una media de edad de 39 años y que presenta un consumo problemático de un potente estimulante como es la cocaína. También ha ido aumentando mucho a lo largo de estos años el tratamiento de personas con patología alcohólica de larga evolución.
¿De qué manera ayudan a las familias?
Desde nuestros inicios siempre hemos contemplado el trabajo con las familias como una parte muy importante del proceso terapéutico. Además, está demostrado que cuanto más se impliquen las familias dentro de este proceso mayor probabilidades de éxito del mismo.
Trabajamos desde una perspectiva sistémica, con profesionales formados y especialistas en ello, realizando durante el proceso diferentes intervenciones fundamentadas en el trabajo grupal con todas las familias.
También atendemos a aquellas familias que necesitan información, apoyo y orientación para que sean capaces de convencer a sus respectivos familiares, que manifiestan una problemática adictiva, y que puedan iniciar un tratamiento.
¿Qué secuelas suelen sufrir las personas que han tenido adicción a diferentes drogas?
Cuando una persona manifiesta un problema de adicción lo principal es su pérdida de dignidad y de autonomía personal y esto se da en todos. Pero cuando estos problemas se acentúan con el consumo de diferentes sustancias y sobre todo con la continuidad en dicho consumo, esto conlleva muchos problemas mentales asociados a nivel cognitivo, conductual, trastornos mentales y de personalidad.
Por eso siempre insistimos en que es muy importante reconocer el problema, pedir ayuda e iniciar un tratamiento profesional lo antes posible y desgraciadamente en la mayoría de los casos las personas cuando piden ayuda llevan más de 10 o 15 años conviviendo con esta problemática.
¿Cuál es la droga más consumida actualmente? ¿Ha ido cambiando la sustancia más consumida en los años que llevan trabajando?
En la década de los 80 pasamos por la grave crisis epidémica del consumo de heroína en nuestro país que generó muchos problemas entre muchos jóvenes y sus familias y que, desgraciadamente, dejó a muchos de ellos en el camino.
Con el paso de los años y la evolución social se ha tendido a consumir y utilizar las sustancias en entornos más de ocio y recreativos, por lo que se intensificó mucho a partir de los 90 el consumo de la cocaína.
Pero no podemos olvidar que siempre ha permanecido muy presente el consumo intenso de una droga legal y socialmente muy admitida en nuestro país como es el alcohol.
Precisamente, al ser el alcohol o el tabaco drogas legales y muy aceptadas socialmente, ¿cuesta darse cuenta de que se tiene una adicción a alguna de ellas?
Por supuesto, el alcohol y el tabaco son dos drogas legales y por lo tanto según las estadísticas del Plan Nacional de Drogas las más consumidas en nuestra sociedad.
Existen muchos intereses corporativos para que el consumo de estas sustancias no disminuya, aunque proporcionen gravísimos problemas de salud y otros asociados (violencia de género, accidentes de tráfico, etc.) y esto suponga que el Estado tenga que hacer frente a grandes gastos asociados al consumo de las mismas.
Pero tienen un fuerte arraigo en nuestro país (sobre todo el alcohol) y no somos capaces como sociedad de instar a nuestras instituciones para que exista una regulación más restrictiva. No hemos sido capaces en estas últimas legislaturas ni de regular mediante una ley de carácter nacional el tema del consumo de alcohol en menores y lleva estancada en el Congreso de los Diputados desde hace tiempo. Y tampoco nos ponemos de acuerdo para profundizar y realizar los cambios necesarios de la famosa Ley antitabaco promovida desde hace algunos años.
¿Cuántas personas trabajan en Proyecto Hombre y con cuántos voluntarios cuentan?
Disponemos de un equipo multidisciplinar de 40 profesionales que están distribuidos en los dispositivos asistenciales que hemos mencionado con anterioridad. También suelen colaborar en nuestra Fundación un equipo estable de unos 30 voluntarios que nunca realizan una intervención directa a nivel terapéutico, sino que acompañan los procesos con todo tipo de actividades complementarias (culturales, deportivas, etc.), colaborando también en tareas de acogida, recepción y gestión en nuestras unidades asistenciales.
¿Cuáles son sus principales retos actualmente?
Tenemos que asentar para los próximos años los procesos de conciertos de gestión de nuestros servicios sociosanitarios con la Consejería de Sanidad de la DGA de la que dependemos y a partir de ahí estamos dispuestos a asumir nuevos programas terapéuticos de los que nos disponemos en nuestra comunidad autónoma y que ya se los hemos planteado en alguna ocasión a la Consejería (Comunidad terapéutica específica para mujeres, más pisos supervisados de reinserción, un servicio global de atención familiar, poder gestionar otras UASAS en territorios más despoblados, etc…).
Redacción AEA (LLM)
