Opinión RSC

Actualización de las líneas directrices de la OCDE

RSC

Juan José Cubero Marín

Exprofesor titular de la Universidad de Zaragoza

jjcooperm@hotmail.com

Las  Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales sobre Conducta Empresarial Responsable  son recomendaciones dirigidas conjuntamente por los gobiernos a las empresas multinacionales para mejorar la contribución empresarial al desarrollo sostenible y abordar los impactos adversos asociados con las actividades comerciales en las personas. La primera edición procede de 1.976, posteriormente se hizo una actualización en 2.011 y el pasado 8 de junio de 2.023 se ha publicado esta nueva actualización. El cumplimiento de la debida diligencia, prácticamente en todo el mundo, junto a los derechos humanos y el cambio climático, hacen que sea muy oportuna esta actualización.

Aunque el alcance afecta a las grandes empresas, también les llega a la PYMES, como habituales empresas suministradoras y subcontratistas de las grandes, es práctica habitual extender los requisitos propios a las que colaboran con ellas, de ahí que presentemos los contenidos de esta actualización para conocimiento de esa gran cantidad de pequeñas y medianas empresas.

 Además de lo indicado en relación con la debida diligencia y la participación de los diferentes grupos de interés en la misma, sobre todo para aquellos grupos en situación grave de vulnerabilidad y marginación, lo que se entronca con el ámbito de los derechos humanos, que con esta actualización se refuerzan. 

En otro orden de cosas se señala la importancia de prevenir la corrupción  y cualquier forma de soborno, que de todos es conocida lo que supone para el desarrollo sostenible; parece que las pérdidas por esta lacra, alcanzan el 20% del Producto Interior Bruto  mundial.

En un artículo de Diario Responsable, en relación con esta actualización, se señala que “Llama la atención, la relativamente baja incorporación de la perspectiva de género, respecto a los posibles impactos adversos”.

En relación con el medioambiente, se puede decir que se refuerza, incluyendo la necesidad de cumplir con los acuerdos internacionales, y en concreto con lo relativo al cambio climático, insistiendo en los objetivos definidos en el Acuerdo de París. En relación con el medioambiente y las energías limpias, se ha incluido el concepto de transición justa.

Se contemplan otros aspectos susceptibles de mejoras, como son, entre otros: recomendaciones de buenas prácticas en la gobernanza, la transparencia de las empresas, la rendición de cuentas, aunque no se contemplan normas comunes de las evaluaciones del cumplimiento de todos los aspectos señalados anteriormente, de esta manera no se puede comprobar la evolución de las medidas tomadas y esto no permite llevar  a cabo la idea de la mejora continua, aunque algunas veces esto no es fácil de cumplir.

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