Tiempos irreductibles
Hablemos de economía
Antonio Morlanes Remiro
PRESIDENTE DE ARAGONEX
aragonex@aragonex.com · www.aragonex.com
Cuando este artículo vea la luz ya habrá tenido lugar el momento democrático que significan las elecciones. En este caso son las municipales y autonómicas, aunque estas últimas no en todos los territorios. Cuando lean este escrito los ciudadanos ya habremos decidido quiénes nos representarán en esas dos estructuras administrativas y, por tanto, pondrán cara a los que gestionarán el dinero público y serán visualizadores de cómo lo trasladarán a los servicios que los ciudadanos necesitamos, pero esto será, en todo caso, motivo de otro artículo.
Aprovechemos estos momentos para ver cómo nos encontramos y hacia dónde estamos marchando. Es una sana costumbre que entendamos qué camino lleva la sociedad en la que vivimos y qué estamos haciendo los actores que la conformamos ya que cada uno de nosotros tiene su parte de responsabilidad.
De nuevo el mundo financiero nos está conduciendo a una situación de riesgo económico. Para poner nombre y apellidos en este escenario, partiremos de la quiebra del Silicon Valley Bank en California. Este banco, que ha tenido treinta años de beneficios permanentes y unos activos de 212.000 millones de dólares, fue el destinatario de que sus depositantes sacaran 42.000 millones de dólares en tan sólo 24 horas. Estos miles de millones fueron a parar a las letras del tesoro que pagaban el 4.5% (porcentaje muy superior a la rentabilidad del banco), esto hizo que la cotización se hundiese y con ella el mismo banco. La Reserva Federal rescató a cuentacorrentistas asegurándoles 250.000 dólares, no sucediendo así con los accionistas, como es lógico.
A partir de aquí todo transcurrió como un reguero de pólvora. El siguiente impacto en la línea de flotación del sector financiero sucedió en Europa. El Credit Suisse fue comprado por UBS por un importe de 3.000 millones de euros lo que significó menos del 50% de la valoración que el Credit Suisse tenía tan solo hacía dos días (de calendario). Esta fue la única salida que se encontró antes de que la caída fuese un total desastre.
En estos momentos el siguiente capítulo es saber qué está sucediendo con el Deustche Bank. Esta entidad se encuentra inmersa en una larga agonía hace tiempos anunciada. Desde 2006 ha bajado su cotización más de 80 puntos porcentuales. Por tanto, todo este recorrido son estertores de una muerte anunciada.
Estamos entrando en términos que conllevan otras formas de vida: la consideración sobre el uso de los recursos y la responsabilidad de nuestra temporalidad siendo conscientes de que somos el paso a la siguiente generación
En definitiva, el mundo se transforma. Aquellos quienes entienden que ocupan una posición indiscutible de pronto aparecen en una situación que no encaja con el modelo que la sociedad ha adoptado para un nuevo recorrido. No cabe ninguna duda de que el sector financiero se está viendo metido en esa desorientación. Por explicarlo de otra forma.
La banca nace como una necesidad que el comercio tenía para poder realizar sus transacciones, en especial entre territorios diferentes. Este tipo de operaciones financieras adquieren el papel de ser actores subordinados de la economía nominal. El paso siguiente es que la economía productiva necesita apoyo financiero. Y es así cómo se extienden las funciones de las entidades financiera sin cambiar su posición de subordinación en la economía.
Pero como la ambición no entiende de límites, y en ciertos fines se convierte en egoísmos, el sector financiero quiso ser el actor principal en la representación de la vida, y que la economía en particular y la sociedad en general fuesen subordinados suyos. Hay que reconocer que esto les ha estado dando excelentes frutos hasta hoy mismo. Sirvan como ejemplo los beneficios de los principales bancos españoles: han ganado en el primer trimestre de este año 2023, 5.700 millones de euros, un 14% más que su comparativa con 2022. Y todo ello a pesar del nuevo impuesto del que tanto se han quejado. Que me digan quién en la economía productiva tiene esos beneficios.
Pues bien, como manifestaba, todo tiene sus límites y, a pesar de ser poderosos por el dinero que manejan también son pocos comparativamente con el global de la sociedad, ahora se encuentran en una situación de crisis difícil de resolver para los métodos habituales. Por tanto, será necesario redefinir el modelo financiero y ver qué papel tiene en la nueva economía inclusiva. Esto va a significar, en expresión de un amigo mío, un reset financiero.
Como nada es eterno y todo cambia, también veremos cómo va transformándose el modelo de sociedad. Creo poder afirmar, con suficiente seguridad, que estamos entrando en términos que conllevan otras formas de vida: la consideración sobre el uso de los recursos y la responsabilidad de nuestra temporalidad siendo conscientes de que somos el paso a la siguiente generación. Somos una especie. Esto significa que en nuestra vida no deberían ocupar lugar ni colores ni géneros, sólo los individuos que nos conocemos como personas.
