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Manolo Júlvez: «La condición humana es una fuente inagotable de inspiración»

Manolo Júlvez

Escritor

‘Tierra Mojada’ es la primera novela de Manolo Júlvez en la que combina acción, Historia, romance y viajes y en la que el autor ha querido también plasmar sus gustos como lector

¿Cómo llegó a la escritura?

Gracias al recorrido natural de pasar de ser un ávido lector a sentir la necesidad de contar algo y pensar que lo puedes hacer de una manera diferente. La escritura llega a ti de la misma manera que un vaso rebosa por culpa de una última gota de agua. Al final, necesitas plasmar la historia que has construido en tu cabeza y que, de alguna forma, también termina rebosando.

¿Qué significa para usted escribir?

Es un acto íntimo, de introspección. Si quieres que tus historia y personajes sean creíbles e interesantes estas obligado a mirar hacia tu interior para dotarles de lo mejor de ti mismo. Cuando digo lo mejor de ti mismo, me refiero a lo más real. A tu forma de sentir y de afrontar las emociones, y hacerlo de una forma honesta.

¿Dónde encuentra inspiración? ¿Qué temas le apasionan especialmente?

La condición humana es una fuente inagotable de inspiración. ‘Tierra Mojada’, mi primera novela, está catalogada como novela histórica. Es verdad que me interesa la historia, aunque no me considere un autor de este género. Me interesan la condición humana en toda su dimensión, con su lado oscuro incluido. La historia solo es el teatro donde pongo a actuar a mis personajes.

¿Qué le gusta leer a Manolo Júlvez?

He leído de todo. Fui un lector infantil y juvenil compulsivo. Leía todo lo que caía en mis manos, aunque algunas de esas lecturas no fueran apropiadas para mi edad. Con el tiempo he ido domesticando mis gustos, pero sigo siendo un lector de intereses heterogéneos. La ficción es lo que más me interesa, aunque también leo algo de ensayo. 

En los últimos siglos la ciencia y la tecnología ha avanzado mucho, sin embargo, la condición humana, con sus luces y sombras, ha permanecido prácticamente inalterada. Nuestros sentimientos y emociones son los mismos que hace 120 años

¿Quiénes son sus referentes literarios?

Debido a estos gustos heterogéneos, tampoco tengo unos referentes muy marcados en mi escritura. Sí que hay un autor al que siempre he admirado, en una parte de mi novela dicen que se nota su influencia, es Don Miguel Delibes. Que conste que este es un autor con Mayúsculas. Una cosa es que se vea en parte de mi escritura una cierta ascendencia y otra que me intente comparar.

Tierra Mojada’ es su primera novela, ¿cómo ha sido el proceso de escritura?

Fundamentalmente largo. Tan largo que considero que el escritor que la empezó a escribir es algo diferente al que la terminó. Al ser la primera, tampoco tengo datos para compararla con otros procesos de escritura. Lo que sí le puedo decir es que ha sido muy arduo y meticuloso. Le he robado mucho tiempo al sueño y, sobre todo, a mi familia.

La novela está ambientada a finales del siglo XIX. ¿Cómo se ha documentado?

Hoy en día, con los medios de información que existen, acceder a la documentación no es algo complicado. Es mucho más difícil discriminar y seleccionar la profusa información que tenemos a nuestro alcance. Antes de iniciar la novela recopilé libros y documentos sobre la época. Es bueno asesorarse, incluso de información que luego no vas a utilizar en la obra, es una forma de ambientarse y de «respirar» lugares y tiempos que jamás hemos vivido.

En ‘Tierra Mojada’ se entrelazan el dolor y la miseria con el amor y la amistad. ¿Diría que es un reflejo de la vida misma?

En los últimos siglos la ciencia y la tecnología ha avanzado mucho, sin embargo, la condición humana, con sus luces y sombras, ha permanecido prácticamente inalterada. Nuestros sentimientos y emociones son los mismos que hace 120 años. Pese a habernos convertido en una sociedad algo más débil debido a la corrección política que nos hemos auto-impuesto, las emociones hacia los conceptos que usted nombra; dolor, miseria, amor, amistad, son las mismas. 

La gran diferencia es que hemos pasado de sentir estas emociones de forma íntima a hacerlo también de una manera colectiva.  Estos sentimientos manifestados públicamente, por ejemplo en las redes sociales, en muchos casos se convierten en un ejercicio de exhibicionismo. 

Me interesa la construcción defensiva que hacemos de nuestros recuerdos

Usted narra el proceso de búsqueda de la infancia perdida, una búsqueda con la que el lector puede identificarse. ¿Es este un proceso que, de alguna manera es común a todos seres humanos?

La infancia es una referencia vital para cualquier ser humano. En muchos casos es idealizada para utilizarla como el refugio donde guarecerse de los avatares de la vida. Me interesa esa construcción defensiva que hacemos de nuestros recuerdos. La mayoría de nuestras infancias han sido felices, pero incluso aquellas que no lo fueron son dulcificadas por el paso del tiempo. Para seguir hacia delante necesitamos saber que existe un lugar, un recuerdo, un amor, una infancia donde volver.

¿Cómo combina su trabajo diario con la escritura?

De mala manera (risas). Robando el tiempo que no tengo al sueño y a mi familia. Sin ella, sin mi familia, ‘Tierra Mojada’ hubiera sido imposible. Sin su comprensión y apoyo no habría podido materializarse.  Quiero aprovechar la oportunidad que usted me da para darles las gracias por su compresión y por su paciencia.

¿Tiene más proyectos literarios en marcha?

Tengo otra novela empezada y unos cuantos proyectos in mente. Por lo bien que está funcionando ‘Tierra Mojada’ parece que voy a tener la oportunidad de afrontarlos en un futuro.

¿Hay algo que quiera añadir?

Solo que invito a los lectores que se sumerjan en ‘Tierra Mojada’. Que lo hagan sin ningún tipo de prejuicio. En ella encontrarán historia, romanticismo, intriga, épica, pero, sobre todo, emoción.

Redacción AEA /LLM

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