Covid y empresas Opinión

Mutaciones: adaptarse o morir

COVID Y EMPRESAS

Profesor Titular de la Facultad de Veterinaria, Universidad de Zaragoza

http://winepi.net/covid19.htm

En las últimas semanas empiezan a ser frecuentes las noticias que hablan de nuevas cepas del virus SARS-CoV-2. En primer lugar, habría que aclarar que no son nuevas cepas y que realmente se trata de nuevas variantes, ya que para considerarse una nueva cepa debería producirse un cambio significativo en su forma de transmitirse (por una vía diferente o adaptándose a una nueva especie), en la presentación clínica de la infección (por ejemplo, pasar de un cuadro respiratorio a una gastroenteritis) y/o en la antigenicidad (es decir, la capacidad de producir anticuerpos).

La variación genética es el mecanismo que usa la naturaleza para aumentar la diversidad, y en el caso del coronavirus estas variaciones se producen mayoritariamente por la mutación aleatoria de su ARN (mucho más propenso a mutar que el ADN). Una mutación es un error la copiar la cadena de nucleótidos que forma el ARN, y en el que se cambia uno de los cuatro nucleótidos a combinar: adenina (A), citosina (C), guanina (G) y uracilo (U).

Muchos de estos cambios hacen que el virus deje de ser viable, y el problema son los cambios que dan lugar a un virus viable y suponen un cambio estructural y/o funcional. Si estos cambios suponen una ventaja evolutiva para el virus, la variante que sufre esa mutación se propaga más eficientemente en la población y se convierte en la dominante.

¿Qué cambios favorecen al virus? En estos momentos preocupan dos: los que aumentan la transmisibilidad del virus y los que le permiten evadirse de la respuesta inmune generada por las personas.

Como ocurre con los coronavirus estacionales, la gripe y muchos otros patógenos, seguirán apareciendo nuevos mutantes de escape a los que nuestro sistema inmune se irá adaptando con el tiempo hasta lograr la deseada inmunidad de rebaño

En el primer caso tenemos la mutación D614G que se propagó en la primera ola y que ahora presentan casi todas las variantes (porque las mutaciones se van acumulando) y desde hace unas semanas preocupa mucho la mutación N501Y que es la responsable de que la capacidad de transmisión del virus aumente más de un 50%. Esta mutación aparece en las variantes británica (B.1.1.7), sudafricana (B.1.351) y brasileña (P.1). Eso es una mala noticia porque la consecuencia es un incremento de la incidencia de la enfermedad.

En el caso de mutaciones para evadir la respuesta inmune, hasta ahora no se habían consolidado ya que apenas había personas inmunizadas. Sin embargo, al aumentar el número de inmunes, empiezan a ser una ventaja y están empezando a propagarse los primeros mutantes de escape. La mutación más preocupante en estos momentos es la E484K presente en las variantes sudafricana y brasileña, pero no en la británica.

Los mutantes de escape son un claro ejemplo de la hipótesis de la Reina Roja: “Para quedarte donde estás tienes que correr lo más rápido que puedas. Si quieres ir a otro sitio, deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido”. Esta frase fue escrita en el siglo XIX por el matemático Charles Lutwidge Dodgson. Quizás le conozcan con el pseudónimo de Lewis Carroll, y se la decía la Reina Roja a Alicia en el libro ‘A través del espejo y lo que Alicia encontró allí’ (la continuación de ‘Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas’).

Como ocurre con los coronavirus estacionales, la gripe y muchos otros patógenos, seguirán apareciendo nuevos mutantes de escape a los que nuestro sistema inmune se irá adaptando con el tiempo hasta lograr la deseada inmunidad de rebaño.

Artículo de opinión incluido en la edición en papel de febrero de 2021 de Actualidad de las empresas aragonesas

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