El rincón del asesor Opinión

La sostenibilidad no está reñida con la rentabilidad

Pilar Barcelona Delegada territorial de EFPA España en Aragón

La evolución de la pandemia de la Covid-19 ha incrementado la oferta de inversiones con criterios ESG, despertándose un mayor interés por este tipo de productos por parte de los clientes particulares.

El avance en los últimos años, empujado por los nuevos requerimientos regulatorios, que incluyen una normativa que clasifica todos los fondos de inversión por su nivel de sostenibilidad en tres categorías (gris, verde claro y verde oscuro) y una mayor concienciación en el contexto de la Covid-19, ha provocado un impulso definitivo para el ESG. 

No obstante, tenemos que retroceder 50 años para encontrar el origen de estas inversiones, cuando se produjo el lanzamiento del primer fondo socialmente responsable en Estados Unidos (Pax World Funds), aunque este tipo de inversión no comenzó a ser una opción destacable hasta la irrupción de la crisis económica y financiera del año 2008, cuando el Banco Mundial lanzó los primeros bonos verdes.

En el marco actual en el que estamos inmersos, donde existe una creciente concienciación sobre aspectos relacionados con el respeto al medioambiente y la conciencia social, existen algunas claves para los ahorradores e inversores particulares que se planteen invertir bajo los criterios ESG. 

En primer lugar, cabe aclarar qué se entiende por finanzas sostenibles, aquellas que engloban los criterios referentes al medioambiente, como la lucha contra el cambio climático o la eficiencia energética; de carácter social, esto recoge los aspectos sobre la salud, la educación, derechos humanos o derechos de los trabajadores; y de buen gobierno, como la no discriminación de los trabajadores por sexo, edad, capacidad, y todas las cuestiones de gobierno corporativo de la empresa, que se suman a otras variables financieras como la rentabilidad, el riesgo y la liquidez.

En el marco actual en el que estamos inmersos, donde existe una creciente concienciación sobre aspectos relacionados con el respeto al medioambiente y la conciencia social, existen algunas claves para los ahorradores e inversores particulares que se planteen invertir bajo los criterios ESG

Dentro de la oferta de productos con criterios ESG, se incluyen vehículos que incluyen estos requisitos y que fomentan el desarrollo sostenible y tratan de equilibrar rentabilidad y sostenibilidad. En esta categoría podemos encontrar desde fondos de inversión que aplican criterios ESG en su política de inversión; fondos solidarios, que ceden una parte de la comisión de gestión a determinadas entidades benéficas o no gubernamentales; y bonos verdes y sociales, emisiones de deuda pública o privada, emitidos a medio y largo plazo para financiar proyectos respetuosos con el medio ambiente o que persiguen mejoras de tipo social.

Los inversores particulares suelen preguntarse si la apuesta por este tipo de inversiones acarrea caídas en la rentabilidad esperada de sus carteras de inversión. 

Es una idea demasiado extendida, pero que no se ajusta a la realidad. La mayoría de las investigaciones académicas indican que no existe ningún efecto negativo enfocado al rendimiento por parte de este tipo de inversión, es más, incluso que podría darse el efecto contrario. 

No obstante, como en cualquier inversión, si se quiere priorizar el objetivo de rentabilidad, el inversor tendrá que asumir un riesgo más elevado, en un entorno de tipos bajos como el actual, independientemente de que sus carteras estén diseñadas bajo criterios sostenibles o no.

Se ha demostrado que los activos ESG son menos volátiles que otros productos de similares características

Incluso, en la coyuntura actual donde la volatilidad se ha instalado en los mercados, se ha demostrado que los activos ESG son menos volátiles que otros productos de similares características, por la que capacidad de estos activos para adaptarse a situaciones adversas.

La oferta de fondos sostenibles está creciendo en los últimos meses, al abrigo de una moda imparable, una mayor concienciación por hacer un mundo mejor también desde el mundo de las finanzas, y el impulso regulatorio.  

En cualquier caso, antes de tomar la decisión de inversión, y más sobre inversiones socialmente responsables y su incipiente oferta, es fundamental contar con la ayuda de un asesor financiero cualificado que indique toda la información que debe conocer el cliente antes de decidir, atendiendo a variables importantes como el perfil de riesgo, el horizonte temporal y las necesidades personales a corto, medio y largo plazo.

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