Carmen Esteban: «La presencia que ha adquirido el Festival Internacional de Panticosa es enorme y lo más satisfactorio es comprobar cómo los grandes artistas desean venir a conocer este festival»

El Festival Internacional de Panticosa cuenta con más de una década de vida. ¿Cómo ha evolucionado desde sus primeras ediciones hasta hoy?

La presencia que ha adquirido el Festival es enorme y lo más satisfactorio es comprobar cómo los grandes artistas desean venir a conocer este festival. 

Como directora artística y fundadora, ¿cuál ha sido su visión para consolidar este proyecto cultural en el Pirineo?

Siempre la visión ha sido situar Aragón y la belleza del Pirineo en la primera línea de los acontecimientos culturales musicales, y por supuesto, poder llevar la mejor música clásica a entornos poco habituales.

Uno de los sellos del festival es su apuesta por la música clásica en un entorno natural privilegiado. ¿Qué cree que aporta este contexto al público y a los artistas?

Sin duda es uno de los grandes valores, el entorno que acompaña al festival es mágico y privilegiado. También al ser un festival tan pequeño, se ofrece la posibilidad de estar cerca de los músicos y artistas que nos visitan. Compartir con ellos un espacio de ensueño y ser accesibles al público es una experiencia muy difícil de conseguir en los grandes festivales o auditorios.

¿Cómo se construye la programación artística de cada edición? ¿Qué criterios se siguen para seleccionar a los músicos y agrupaciones?

Siempre se construye a partir de una idea temática, que normalmente aparece mucho tiempo antes del Festival. A partir de allí, se buscan músicos y programas que encajen y formen un hilo conductor durante todo el festival.

¿Qué papel juega el talento joven dentro del festival, tanto en el escenario como en las actividades paralelas?

Potenciar el talento joven es uno de los objetivos del Festival y de nuestra propia Fundación desde el inicio de nuestras actividades. En España no existen redes de promoción profesional para los jóvenes, y llegar a poder estar programados en temporadas de conciertos se convierte en algo muy dificultoso si no cuentas con el apoyo de festivales. La carrera musical es muy larga y sacrificada para que, tras muchos años de preparación en los que has conseguido un gran nivel artístico, no puedas mostrarlo al público.

Nuestro Festival siempre cuenta con alguna formación de jóvenes talentos, bien a través de nuestras actividades con el Sello Festclásica de la Asociación Española de Festivales de Música Clásica, bien a través de nuestra propia programación. Las actividades paralelas además suelen contar con propuestas frescas y diversas que confieren a estos conciertos un golpe de aire fresco en la música clásica. 

Además de los conciertos, el festival impulsa talleres, clases magistrales y encuentros profesionales. ¿Qué importancia tiene esta dimensión formativa?

La formación es el futuro de las siguientes generaciones, y por tanto poner en valor este aspecto siempre es bueno para la sociedad. Además, en ocasiones el festival acoge profesionales de otras artes escénicas, literatura, pintura, filosofía… Un montón de encuentros que generan el diálogo, la reflexión y la transmisión de conocimiento, algo que nos hace mucha falta en nuestra sociedad.

Panticosa es un municipio pequeño, pero el festival tiene una proyección nacional e internacional. ¿Cómo se gestiona esa dualidad entre lo local y lo global?

Tenemos la suerte de contar con una larga trayectoria profesional en el mundo de la música, y nuestra experiencia nos ha llevado a grandes y pequeños escenarios, a lo largo de Europa y América. Hemos podido convivir en actividades muy globales, pero también hemos tenido experiencias locales muy pequeñas altamente gratificantes. Convivir en esta dualidad nos ha aportado no solo experiencia, sino también la necesidad de poner en funcionamiento un proyecto que abarcara ambos aspectos.

Además, el Festival es muy atractivo para artistas con grandes carreras internacionales como han sido Teresa Berganza, o actualmente Nancy Fabiola Herrera o Ainhoa Arteto, o formaciones tan importantes como el Cuarteto Casals o artistas de la talla de Estrella Morente. No puedo nombrarlos a todos, pero han sido muchos, y todos ellos han valorado enormemente la humildad del Festival, y el acercamiento al público en un entorno tan maravilloso como es Panticosa.

La colaboración institucional y privada es clave para proyectos de esta envergadura. ¿Cómo valora el apoyo recibido en estos años?

Bueno, este es un aspecto en el que todavía no contamos con grandes aportaciones que nos permitan mejorar y potenciar algunos aspectos del Festival. Cabe destacar que siempre hemos contado con el apoyo del Ayuntamiento de Panticosa y de la Diputación Provincial de Huesca. Con posterioridad el reconocimiento del Ministerio de Cultura, a través del INAEM, ha sido un gran impulso para el crecimiento del Festival. Sin duda, el acogimiento y apoyo del Balneario de Panticosa y de los Amigos del Festival también ha sido fundamental para llevar adelante este proyecto.

Sin embargo, es la Fundación García Esteban quien cubre una parte importante económica, lo que hace que en ocasiones no se puedan realizar otras actividades que nos gustaría hacer el resto del año. Este año vamos a contar con el patrocinio de Fundación Caja Rural de Aragón, y esto nos da esperanzas para que cada vez sean más las instituciones y empresas privadas que quieran colaborar con el fomento de la cultura y la música clásica en Aragón. Hay que poner el valor el gran retorno que el Festival impulsa con la promoción no solo de la cultura, sino del entorno y otros aspectos económicos ligados al turismo. Potenciar el turismo cultural se convertirá en una de las facetas más relevantes del futuro, sobre todo porque va ligado a valores sociales y medioambientales.

¿Qué novedades o sorpresas puede adelantarnos de la próxima edición del festival?

La originalidad de la próxima edición “De Oriente a Occidente” nos permitirá contar con Ainhoa Arteta, quien actuará el día de la inauguración junto a Nancy Fabiola Herrera, en un viaje fascinante donde podremos escuchar ópera y zarzuela, algo que siempre hemos potenciado en el Festival.

La gran sorpresa es la variedad de artistas, tanto orientales como Xiaotong Li y Anqi Xia, o desde Corea Deion Cho, el original Glass Dúo. Sin olvidar el talento joven de Synthèse Quartet y artistas aragoneses como el saxofonista Javier Valero y la violinista Alma Olite.

Después de tantos años al frente, ¿qué es lo que sigue motivándole cada verano para volver a poner en marcha esta cita cultural?

Sentir la emoción que despierta la música en los asistentes al Festival, las lágrimas que en ocasiones saltan tras un concierto, y que pasen los años y alguien te recuerde lo importante que se sintió escuchando la música que con tanto cariño programamos. Y por supuesto, ver como quienes vinieron como jóvenes estudiantes hoy son artistas consolidados.

¿Hay algo que quiera añadir o recalcar?

Siempre queda la esperanza de poder recibir más ayudas desde instituciones públicas o privadas. El sector cultural y la música clásica todavía necesitan un impulso económico importante para fortalecer a nuestra sociedad, y a las futuras generaciones.