Derecho de Internet Opinión

Smart Contracts y datos personales, un desafío crítico

DERECHO DE INTERNET Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Susana Pastor Embi
Directora de Marketing y responsable de ATREVS “INTÉRPRETES DIGITALES”

susana.pastor@atreuslegaldigital.es

En la era digital, la revolución tecnológica ha introducido conceptos innovadores que han transformado la manera en que realizamos transacciones. Entre ellos, los “Smart Contracts” destacan como una herramienta que promete eficiencia y transparencia, pero también plantea interrogantes significativas en relación con la Protección de Datos Personales.

Los “Smart Contracts” o contratos inteligentes, son programas informáticos autoejecutables que se definen como documentos digitales, diseñados para ejecutar y hacer cumplir automáticamente acuerdos cuando se cumplen ciertas condiciones predefinidas y aunque han demostrado ser una solución ágil para transacciones seguras, su implementación conlleva desafíos significativos en términos de privacidad ya que la automatización de procesos, puede involucrar la manipulación de información sensible sin la debida protección.

Aunque la naturaleza inmutable de los “Smart Contracts” es una fortaleza en términos de integridad de la información, también puede ser una vulnerabilidad cuando se trata de datos personales. Una vez que la información se graba en la cadena de bloques, modificar o borrar registros se vuelve prácticamente imposible y esto crea una necesidad urgente de establecer salvaguardas adecuadas para garantizar la privacidad.

Ante la complejidad de los desafíos legales y éticos asociados con los “Smart Contracts” y los datos personales, la consulta a abogados especializados se vuelve imperativa. Los profesionales del derecho especializados en tecnologías emergentes son fundamentales para orientar sobre las regulaciones existentes, asegurar el cumplimiento normativo y ofrecer asesoramiento específico según el contexto de cada situación, jugando un papel crucial en el asesoramiento sobre la aplicación de regulaciones, garantizando la conformidad con las normativas locales e internacionales.

La implementación de “Smart Contracts” debería ir de la mano de una exhaustiva auditoría legal que evalúe los riesgos potenciales, identifique vulnerabilidades y proponga soluciones que equilibren la eficiencia de los contratos inteligentes con la protección de los datos personales.

Los “Smart Contracts” se aplican en muchos sectores para mejorar la eficiencia, reducir costos y proporcionar transacciones más seguras y transparentes. Sectores como la banca, facilitando transacciones financieras; los seguros, con el procesamiento automatizado de reclamaciones; el inmobiliario, con la ejecución automática de contratos; la salud, con la gestión de registros médicos electrónicos; el legal y notarial, con la automatización de procesos notariales y contratos legales; la cadena de suministro, con el rastreo automatizado de productos; la educación con la verificación automática de credenciales académicas o en el internet de las cosas (IoT), con la automatización de transacciones entre dispositivos conectados, son ejemplos que ilustran la versatilidad de los “Smart Contracts”.  Sin embargo, es importante incidir en que la protección de datos personales emerge como un desafío crítico para preservar la integridad y privacidad de nuestros datos más sensibles.

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