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Ibercaja prevé una ligera desaceleración de la economía y estima un crecimiento del PIB en Aragón del 2% en 2023 y del 1,7% en 2024

Para el conjunto de España, el Banco prevé un crecimiento del PIB del 2,5% en 2023 y del 1,6% para el año 2024.

La Entidad ha revisado sus previsiones de crecimiento económico y considera que el impulso expansivo iniciado con la salida de la pandemia se irá perdiendo por los efectos de la subida de los tipos de interés, el menor potencial de incremento del empleo y la política fiscal.

El Banco estima que la tasa de paro en Aragón en 2023 se situará en el 8,3%, frente al 12% en España; y que la variación de la ocupación será en Aragón del 1,8%, un punto por debajo del 2,8% previsto en España para este año para descender a la mitad, el 0,9% en 2024, frente al 1,5% nacional del próximo ejercicio.

Ibercaja ha celebrado el 25 aniversario de la Revista Economía Aragonesa que incluye un análisis de la evolución de la economía regional entre 1998 y 2022 y 25 artículos de perspectivas sectoriales y macrotendencias transversales que afectan al crecimiento en Aragón.

Ibercaja ha presentado este jueves la edición especial 25 aniversario de la Revista Economía Aragonesa que alcanza el número 80. La Entidad ha trasladado una perspectiva de ligera desaceleración en su valoración de la coyuntura económica actual, situando el incremento del PIB de Aragón en el 2% y el del conjunto de España en el 2,5%. Asimismo, ha revisado sus previsiones de crecimiento económico para el año 2024, con una estimación del 1,7% de incremento del PIB en Aragón y del 1,6% para el conjunto de España.

La saneada situación financiera de los hogares y las empresas en términos agregados y la ausencia de grandes desequilibrios estructurales reducen el riesgo de una recesión duradera o profunda a corto plazo, según han expuesto en la presentación Antonio Martínez, director del Área Financiera de Ibercaja, y Santiago Martínez, jefe de Análisis Económico y Financiero del Banco, que también auguran que un escenario más positivo sería posible si se produjera un mayor esfuerzo inversor que contribuyera a mejorar la productividad de las empresas.

En España, el crecimiento económico en 2023 ha sorprendido positivamente respecto a las perspectivas anunciadas previamente por la Entidad que habían sido más conservadoras. El efecto de la inflación sobre las cuentas de los hogares se ha ido diluyendo gracias a la expansión de los salarios, que ha absorbido buena parte de la capacidad adquisitiva que se perdió en 2022. Además, el excedente de ahorro acumulado durante la pandemia apenas se ha gastado, de acuerdo con las cuentas de los sectores institucionales que publica el INE.

Por otra parte, los expertos del Banco consideran que la subida de los tipos de interés está dañando la economía menos de lo previsto gracias a la buena situación financiera y a la reducción del endeudamiento de hogares y empresas.

Como aspecto negativo, señalan que la buena situación en términos agregados no debe ocultar las distintas realidades de los hogares españoles por su nivel de renta y por su situación de endeudamiento. Así, consideran que los hogares con rentas más bajas pudieron ahorrar menos en la pandemia y se vieron más castigados por la inflación de los alimentos, la electricidad y otros productos básicos.

En lo que respecta al endeudamiento, menos de un tercio de los hogares tiene una hipoteca, y menos de una cuarta parte tiene una hipoteca a tipo variable. De esta forma, mientras que tres cuartas partes de los hogares no se han visto afectadas por la subida del Euribor, una cuarta parte sí lo ha sufrido de forma muy significativa.

Para el año 2024, los expertos de Ibercaja prevén que la evolución del PIB estará condicionada por la capacidad de las empresas para mantener sus márgenes. “El mayor riesgo es que la subida de los costes laborales sin incremento de la productividad termine generando una pérdida de competitividad que, de prolongarse en el tiempo, concluya en un ajuste mediante la destrucción del empleo”, aseguran desde Ibercaja.

Más allá de este riesgo de medio plazo, también apuntan al inminente agotamiento del mercado laboral por motivos demográficos causados por el envejecimiento de la población y por el desajuste entre la oferta y la demanda laboral causada por problemas estructurales del sistema educativo que están llamados a seguir ganando protagonismo en los próximos años.

En este sentido, el Banco estima que la tasa de paro en Aragón en 2023 se situará en el 8,3%, frente al 12% en España; y que la variación de la ocupación será en Aragón del 1,8%, un punto por debajo del 2,8% previsto en España para este año para descender a la mitad, el 0,9% en 2024, frente al 1,5% nacional del próximo ejercicio.

Con todo ello, Ibercaja considera que la perspectiva es de ligera desaceleración y que en los próximos trimestres se irá perdiendo el impulso expansivo iniciado con la salida de la pandemia por efecto de tres factores: el menor potencial de incremento del empleo; los efectos de la subida de los tipos de interés que, aunque menores de lo temido seguirán llegando por el retardo en las consecuencias de la política monetaria; y el efecto de la política fiscal menos laxa que en los últimos años porque partimos de niveles de déficit público que superan ampliamente el objetivo del pacto de estabilidad y crecimiento.

“Las empresas han reducido la inversión por prudencia ante la incertidumbre causada por la inflación, la crisis energética o la subida de los tipos de interés desde niveles inusualmente bajos”, explican desde la Entidad. “Conforme se configure el nuevo ciclo y se despejen las mayores amenazas, con la ayuda de los fondos europeos y de un sistema financiero solvente y con capacidad para conceder más crédito, podríamos vernos sorprendidos otra vez por una economía más resistente de los que creíamos”, han añadido.

La Revista Economía Aragonesa incluye los contenidos habituales de coyuntura económica internacional, nacional y aragonesa del último cuatrimestre y otros artículos específicos con motivo del 25 aniversario de su edición.

Coyuntura económica aragonesa en el tercer trimestre de 2023

En materia de coyuntura regional, la recuperación del PIB de Aragón tras la pandemia ha sido algo más intensa que en España, si bien la ventaja se ha reducido y en el tercer trimestre ha crecido un 0,3%, misma tasa que en el conjunto del país. Por su parte, el IAEST (Instituto Aragonés de Estadística) estima que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre fue algo superior y apunta a una expansión destacada en servicios e industria.

Las importaciones en Aragón están creciendo de forma notable en 2023 (un 31,7%) en comparación con las exportaciones, lo que ha provocado un déficit comercial no visto desde 2007.  Especialmente destacan las importaciones del sector automoción y bienes de equipo, así como las exportaciones de alimentación, automoción y bienes de equipo.

La producción industrial aragonesa continua en situación de volatilidad, creciendo tan solo un 0,8% en los nueve primeros meses del año con un comportamiento destacado de las industrias extractivas seguidas, a cierta distancia, por el material de transporte, alimentación y energía. Por otra parte, la cifra de negocios del sector servicios ha aumentado en el acumulado del año, aunque se percibe cierto estancamiento en los últimos meses. Y las pernoctaciones hoteleras han crecido respecto a 2022, pero sin alcanzar los niveles prepandemia.

En el sector inmobiliario aragonés se aprecia un cambio de tendencia tras el excepcional ejercicio registrado en 2022. Así, las compraventas de viviendas han caído un -8,9% en los nueves primeros meses del año, los visados de obra nueva han alcanzado un máximo desde 2011 (+16,5% interanual) y los precios han crecido un 3,4% interanual en el segundo trimestre, de forma que siguen la tendencia nacional de desaceleración.

En el mercado laboral de Aragón, según la EPA, los datos de paro han sido positivos y la Comunidad muestra la tercera tasa de paro más baja. Por otra parte, las afiliaciones a la Seguridad Social crecían un 2,6% interanual en el mes de octubre, de forma que continúa la convergencia en la creación de empleo respecto al conjunto de España después de dos años de incrementos inferiores.

Los precios han crecido menos en Aragón en casi todos los grupos de consumo, siendo su crecimiento del 3,1% interanual hasta septiembre, cinco décimas menos que en el conjunto de España, y destacando la inflación de alimentos (12,2%), bebidas (7,6%) y hostelería (6,5%). 

Evolución de la economía aragonesa entre 1998 y 2022

El número especial 25 aniversario de la revista Economía Aragonesa incluye un artículo monográfico del jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja, Santiago Martínez Morando, que analiza la evolución macroeconómica de la economía regional en estos últimos cinco lustros.

Entre las ideas más destacadas, señala que la población ha crecido de forma notable en el periodo si bien, el aumento se produjo en la primera década y ha sido menor que en el conjunto de España. El proceso de envejecimiento de la población, acusado en Aragón, ha continuado por la escasa natalidad y el aumento de la esperanza de vida. En relación con el crecimiento económico, el PIB ha promediado un 1,5% anual en estos años, dos décimas menos que en España, a pesar de la gran recesión y la crisis pandémica. El PIB per cápita en términos reales ha crecido un 1,1% anual en Aragón, una décima más que en el conjunto del territorio español.

En lo que respecta al mercado laboral en estos 25 años que han transcurrido desde el primer número de la revista, la población en edad de trabajar, la población activa y el número de ocupados han crecido menos en esta comunidad autónoma que en España. Durante la Gran Recesión iniciada en 2008, se destruyeron 111.000 empleos, de los que se habían recuperado 70.000 en 2022; y la tasa de paro que se disparó en aquel momento, ha mejorado después sin que se recuperen los niveles cercanos al pleno empleo de los primeros años del siglo XXI. Destaca que la tasa de empleo (ocupados entre población de más de 16 años) es superior a la media española, mientras que el dividendo demográfico es menor y se ha comenzado a reducir.

En términos de productividad, la evolución por ocupado ha sido más positiva en Aragón que en el conjunto de España en los últimos 25 años. En cuanto a la evolución de la estructura productiva, destaca la reducción del peso de la industria y la construcción en el PIB mientras ha aumentado el del sector servicios, con la excepción de las actividades financieras e información y las comunicaciones. Respecto a España y la Zona Euro, la economía aragonesa está más especializada en industria y sector agropecuario y menos en servicios, sobre todo profesionales y administrativos y de información y comunicaciones.

Por otra parte, las exportaciones aragonesas han aumentado su peso en el PIB y han superado a las importaciones, revelando ganancias de competitividad en nuestra industria. La diversificación de esas exportaciones ha aumentado gracias a la expansión de sectores como alimentación, textil, química, farmacia y metalurgia. Siguen concentrándose las exportaciones a la Zona Euro, pero ha aumentado la exposición a Europa del Este, Asia, Norteamérica, Oriente Medio y Norte de África.

En materia de educación, el artículo destaca que se ha reducido el abandono escolar temprano, aunque sigue siendo algo elevado en términos europeos. En estos años, ha aumentado la población con educación terciaria, pero es escaso el peso de la educación secundaria superior. Además, resulta insuficiente el aumento de la proporción de trabajadores en ciencia y tecnología para poder converger con la media europea.

Por la parte de tecnología y digitalización, el análisis de variables relativas a la intensidad tecnológica como la inversión en I+D dejan lejos a la Comunidad Aragonesa de los parámetros medios europeos. El uso de Internet ha convergido e incluso superado los promedios continentales tras un inicio algo más tardío.

En cuanto a inflación y salarios, el crecimiento de los precios en los últimos 25 años en Aragón ha tenido etapas muy diferenciadas: se superó el objetivo del BCE en un ciclo sobrecalentado hasta la Gran Recesión; en la década siguiente y hasta la pandemia, predominaron las presiones deflacionistas; y en 2022 se alcanzaron incrementos de los precios no vistos en casi cuatro décadas. 

Los precios de la vivienda aragonesa reflejaron el auge y la explosión de la burbuja inmobiliaria. Las caídas de la Gran Recesión y la recuperación posterior han alejado los precios en Aragón de la media española. Y, en materia de salarios, a un periodo de expansión sin aumentos de la productividad le siguió más de una década de ajuste con salarios nominales estancados y salarios reales a la baja. Tras la pandemia, puede haberse iniciado un nuevo ciclo.

Finalmente, en el apartado financiero, la situación de los hogares y de las empresas ha mejorado sensiblemente tras la burbuja inmobiliaria y los depósitos vuelven a superar a los créditos. Atendiendo al sector público, la Gran Recesión y la pandemia deterioraron gravemente las cuentas públicas y elevaron la deuda que, en el caso de Aragón, había sido muy baja hasta 2007.

Concluye esta visión macro de los 25 años de economía aragonesa con un mensaje de optimismo para el futuro con la esperanza de contribuir con estos estudios a los desafíos para acelerar la convergencia de Aragón con las economías más avanzadas del mundo.

Perspectivas sectoriales y macrotendencias transversales

Como continuación a este contenido especial del aniversario de la publicación, el número incluye 15 perspectivas sectoriales y 10 macrotendencias transversales que han incidido estos años en la economía aragonesa, proporcionados por diferentes organizaciones empresariales, instituciones académicas y clústeres de Aragón.

Entre los sectores destacados figuran el sector primario, la industria agroalimentaria, el energético, el sector de la gestión y el uso eficiente del agua, el inmobiliario, el de automoción y movilidad, el logístico, el aeronáutico y aeroespacial, el sector comercial, el tecnológico, el científico-sanitario, el audiovisual, el turístico, el de la economía social y el sector financiero.

La competitividad, el talento y la sostenibilidad son tres de los retos que más se repiten en todos los sectores productivos de Aragón que señalan como oportunidades la necesidad de pasar a un siguiente nivel en términos de nuevas líneas de actividad y nuevos mercados, la eficiencia de la producción con la tecnología y el aumento del tamaño empresarial.

Como tendencias transversales, la publicación ha reunido diez artículos sobre la despoblación rural, el envejecimiento y las migraciones, el índice de competitividad, la capacidad de adaptación y resiliencia de las pymes, el emprendimiento, la internacionalización, la revolución de la formación y el aprendizaje, las vocaciones en ingeniería, la sostenibilidad y la comunicación veraz.

Para finalizar, la sección Punto de Mira, incluye un artículo del jefe de Economía de Heraldo de Aragón, Luis Humberto Menéndez, titulado “Una economía más diversificada”, en el que analiza cómo ha cambiado el “rostro” económico de Aragón desde 1998.

Fuente: Ibercaja

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