Ciencia y Salud Sociedad

La búsqueda de nuevos tratamientos que permitan mejorar la calidad de vida de los pacientes, objetivo principal de la investigación en la Enfermedad de Parkinson

Los problemas de sueño, los estados depresivos, el estreñimiento o la pérdida de
olfato son síntomas no motores que pueden anunciar con antelación el desarrollo
futuro de la enfermedad

En el Hospital Viamed Montecanal, el equipo del neurólogo Antonio Oliveros participa en varios ensayos clínicos internacionales de investigación de esta patología

El Parkinson es una enfermedad crónica del sistema nervioso que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la degeneración progresiva de las células nerviosas que afecta fundamentalmente a una región del cerebro llamada sustancia negra, que produce dopamina, una sustancia química crucial para el control del movimiento. Los síntomas más comunes de la enfermedad incluyen temblores, rigidez muscular, bradicinesia (lentitud de los movimientos) y problemas de equilibrio y
coordinación.

El Hospital Viamed Montecanal de Zaragoza cuenta en su cuadro médico con uno de los mayores especialistas en enfermedades del sistema nervioso, el doctor Antonio Oliveros Cid, quien, además de realizar labor asistencial desde la consulta de Neurología, lidera la participación de este centro en varios ensayos de investigación sobre patologías neurodegenerativas, entre ellas, la Enfermedad de Parkinson.

A pesar de que en los últimos años se ha extendido el conocimiento sobre este tipo de enfermedades, aún queda mucho terreno para avanzar en su conocimiento. “Lo que muchas personas no saben” – afirma el doctor Oliveros- “es que los síntomas del Parkinson pueden variar considerablemente a lo largo del día; es lo que se conoce como fluctuaciones motoras, que fundamentalmente son consecuencia de cambios en la respuesta del cuerpo a la medicación utilizada para tratar la enfermedad. Hay muchos tipos de fluctuaciones, pero lo que más debe importarnos de estos cambios es que incluso pueden ser impredecibles y afectar significativamente la calidad de vida de las personas con Parkinson”.

Hay varios tipos de fluctuaciones motoras que se pueden experimentar con el Parkinson:

La más común es la fluctuación «on-off», que se refiere a los cambios repentinos en la respuesta del cuerpo a la medicación. En otras palabras, las personas pueden pasar de tener un buen control motor a no poder moverse en absoluto en cuestión de minutos.

– La fluctuación «on-off» también puede ser impredecible, lo que puede dificultar la planificación y realización de actividades diarias. 

Otro tipo de fluctuación es la discinesia, que es un movimiento involuntario y exagerado que puede ocurrir cuando los niveles de dopamina son altos. Aunque la discinesia no es dolorosa, puede ser muy molesta y limitante para las personas que la experimentan.

Además de las fluctuaciones motoras, el Parkinson también puede producir una serie de síntomas no motores que pueden ser igual de molestos e impactantes en la calidad de vida de una persona. Algunos de los síntomas no motores más destacados incluyen: 

Problemas de sueño: Las personas con Parkinson pueden experimentar insomnio, sueño fragmentado y pesadillas. Esto puede ser debilitante y contribuir a la fatiga diurna y a la falta de energía.

Depresión y ansiedad: La depresión y la ansiedad son comunes en las personas con Parkinson. Pueden ser causadas por el estrés de vivir con una enfermedad crónica y también pueden ser el resultado de cambios en los niveles de dopamina en el cerebro.

Problemas cognitivos: El Parkinson también puede afectar la memoria, la atención y el pensamiento abstracto. 

Problemas gastrointestinales: Las personas con Parkinson pueden experimentar estreñimiento, diarrea, náuseas y otros problemas gastrointestinales. Esto puede ser causado por la disfunción del sistema nervioso que controla el tracto digestivo (disautonomía).

Problemas urinarios: El Parkinson puede afectar la capacidad de la vejiga para almacenar y vaciar la orina, lo que puede resultar en incontinencia urinaria y otros problemas urinarios.

Trastornos del olfato: Las personas con Parkinson pueden experimentar una disminución del sentido del olfato o incluso la pérdida completa del mismo. Esto puede ser un síntoma temprano de la enfermedad y puede afectar la capacidad de disfrutar de los alimentos y la vida cotidiana en general.

En opinión del doctor Oliveros “es importante que las personas con Parkinson, sus cuidadores y sus seres queridos comprendan la naturaleza variable de la enfermedad y estén informados sobre los síntomas no motores que pueden ser igual de importantes que los síntomas motores en la calidad de vida de una persona. Máxime si tenemos en cuenta que alguno de estos síntomas, como el estreñimiento, algunos tipos de alteración del sueño, la pérdida del olfato o la depresión pueden ser síntomas que denominamos “prodrómicos”, es decir, que “anuncian” la futura llegada, en meses o en años, de los síntomas más característicos de la enfermedad”.

Avances en la investigación
En la actualidad, la investigación sobre la enfermedad de Parkinson incluye aspectos terapéuticos, diagnósticos y etiológicos.

La investigación terapéutica se está centrando en varios enfoques fundamentales: 

– Uno de ellos es el desarrollo de nuevos tratamientos que aborden tanto los síntomas motores como los no motores de la enfermedad. En este sentido, se están investigando nuevas terapias farmacológicas, así como tratamientos basados en la estimulación cerebral profunda y otras dianas terapéuticas.

– Otro enfoque es el de tratamientos que sean capaces de actuar sobre las lesiones y la neurodegeneración que se produce en la enfermedad y detener su progresión. Buscan actuar sobre el “curso natural de la enfermedad”.

– Además hay tratamientos etiológicos (sobre la “causa de la enfermedad”), incluyendo la terapia genética.

– Y por último, se están buscando formas de revertir la neurodegeneración, de lograr cierto grado de “regeneración”, campo en el que merece especial mención la terapia con células madre.

Desde una perspectiva diagnóstica un enfoque importante es la identificación de biomarcadores que puedan ayudar en el diagnóstico temprano y en el seguimiento de la progresión de la enfermedad. Los biomarcadores son señales biológicas que pueden indicar la presencia o la progresión de una enfermedad y que pueden utilizarse para mejorar la precisión del diagnóstico y el seguimiento de la enfermedad.

Desde un punto de vista etiológico, del acercamiento a las causas de la enfermedad, se están investigando los factores de riesgo y las causas subyacentes de la enfermedad de Parkinson, con el objetivo de identificar nuevas estrategias preventivas y terapéuticas. 

Se sabe que el envejecimiento, la exposición a ciertas toxinas ambientales y ciertos factores genéticos pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson, y se están llevando a cabo investigaciones para comprender mejor cómo estos factores contribuyen a la enfermedad.

Finalmente, la investigación también se está centrando en el impacto de la enfermedad en la calidad de vida de las personas afectadas y en las necesidades de los cuidadores. 

La enfermedad de Parkinson puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias, y se están investigando estrategias para mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida de las personas con la enfermedad y sus cuidadores.

Fuente: Hospital Viamed Montecanal

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