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Olona apuesta por la «selvicultura productiva» para prevenir los grandes incendios forestales

Más de 300 personas han participado en el foro ‘El desafío de los grandes incendios forestales. Impactos en el territorio’, organizado por el Gobierno de Aragón y la Fundación Felipe González en Zaragoza. 

El foro “El desafío de los grandes incendios forestales. Impactos en el territorio”, ha llegado a su fin este jueves, 26 de enero, tras dos días en los que Zaragoza ha acogido el debate nacional sobre la línea que deberían de seguir las futuras políticas públicas para hacer frente al fuego. Más de 300 personas han participado en el evento, de carácter nacional, y organizado por el Ejecutivo aragonés y la Fundación Felipe González en la sala de la Corona de Aragón del Edificio Pignatelli.

 

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha sido el encargado de clausurar el foro. Durante su intervención, y a modo de conclusión general tras escuchar todas las ponencias, ha apostado por la “selvicultura productiva”. De ella ha dicho que no tiene por qué estar en conflicto con la conservación y que no hay que tenerle miedo. 

“Cuando se nos está diciendo que ya está habiendo y habrá incendios que no se pueden apagar, no podemos seguir apostando por políticas únicamente basadas en la extinción y la prohibición, porque así solo vamos hacia el abismo”, ha dicho. Asimismo, ha asegurado que frente a planteamientos catastrofistas clásicos que solo sirven para atemorizar a la población, durante el foro se ha dado la solución: “la selvicultura productiva”, ha insistido de nuevo. 

“Esto no se podrá hacer sin voluntad política y nos corresponde a quienes tenemos la responsabilidad de gobernar tomar el liderazgo necesario para hacer frente a este reto, pero no podremos hacerlo solos, será necesaria colaboración de todos los agentes implicados en esta materia para que la población lo entienda”, ha concluido.

Principales conclusiones del foro

Antes de la clausura, el conductor del foro, Eduardo Lolumo, ha sido el encargado de leer las conclusiones del foro, que han sido las siguientes:

  • Los recursos para la extinción ha llegado a su tope. Somos punteros en toda Europa en eficiencia para apagar los incendios, pero ya se han dedicado muchos recursos económicos a la extinción y hemos llegado al tope. “No me mandéis más aviones”, decía ayer el inspector de Bomberos de Cataluña, Marc Castellnou, quien aseguraba que de poco sirve invertir en algo que se ha vuelto “incontrolable”, refiriéndose a los “megaincendios”. Los fuegos de sexta generación son ya son una realidad que ha avanzado a unas velocidades que se podían sospechar, pero no constatar. Y de megaincendios sabemos en la Península Ibérica, incluyendo Portugal. También en Aragón, donde el de Calcena de 2012 pudo ser el primero de estas características y se ha estudiado en medio mundo.
  • Incendios fuera de la capacidad de extinción humana. Las nubes de una impresionante forma y altura, con una génesis que combina agua y cenizas, son verdaderos monstruos que cuando se precipitan al suelo no lo hacen solo en forma de agua, sino de puro fuego, arrasando hectáreas de monte a unas velocidades nunca vistas aquí en España (8.000 hectáreas por hora) y en Portugal (hasta 14.000). Y, frente a estos datos, no se puede hacer nada: hay un tope de energía que ya no permite la extinción: 10.000 kw/h. Si se sobrepasa, no tiene sentido invertir más esfuerzos en esta línea, es necesario anticiparse e intervenir antes, así como apostar por la ordenación del territorio.
  • Muchos factores. El cambio climático no es el único causante de los Grandes Incendios Forestales, se cocinan con más ingredientes: hay mucho combustible, desde el suelo hasta las copas de los árboles, por un abandono de las faenas tradicionales agrícolas y ganaderas, también por un exceso de las figuras de protección; hay una continuidad espacia de todas las áreas, no hay cortafuegos naturales; la sociedad es cada vez más urbana.
  • Extinguir no puede ser la única opción. Extinguir ya lo sabemos hacer y muy bien. Hace tiempo que los especialistas advertían que cuanto más éxito tenían extinguiendo incendios, más temían que al cabo de pocos años revirtiera en su contra, y está pasando, el combustible se acumula y se convierte en una auténtica bomba de relojería.
  • Paisaje y paisanaje. El cambio climático está aquí y habrá que atajarlo a largo plazo, pero lo único en lo que se puede actuar es en una buena gestión del bosque, teniendo en cuenta el paisaje y el paisanaje. Para eso hay que escuchar a la gente que vive en el territorio, sin ir hacia una cultura agroganadera y a unos usos tradicionales del monte que ya no existen.
  • Gestión sostenible. Es necesario actuar con una gestión sostenible, aunque la legislación europea, entre otras, no lo pone fácil. Hay que priorizar en la agenda política y salir de la zona de confort con las políticas que se han venido aplicando durante los últimos años, lo que supondrá valentía para afrontar este reto que ya no es de futuro, sino presente.
  • La biomasa como recurso. El bosque es algo más que un conjunto de árboles, es un recurso para los habitantes del medio rural. Es biomasa.
  • Colaboración público-privada. Si solo se hicieran tratamiento selvícolas desde la Administración serían necesarios más de 10.000 millones de euros para limpiar los montes. Si esto no se convierte en un recurso no funcionará, por lo que no hay que tenerle miedo a apostar por la colaboración público-privada y será necesario explicárselo a la sociedad. El rechazo generalizado al aprovechamiento del monte es un hecho. De ahí la importancia de la comunicación desde la gestión forestal en este foro.
  • Protección Civil. Los incendios han dejado de ser solo una emergencia medioambiental para convertirse en una emergencia de Protección Civil y, posiblemente, sean uno de los peores desastres naturales que hay. Y, cada vez, van a ir a peor: lo que en 2022 ha podido ser una anomalía, puede ser la normalidad de 2035.
  • Más educación. En Japón todo el mundo sabe qué hacer ante un terremoto. En España falta sensibilización y educación en materia de prevención y protección frente a los incendios forestales.

La mañana de este jueves ha arrancado con la mesa “El aprovechamiento económico del monte como respuesta a las amenazas naturales y la despoblación”, en la que han participado Jesús Casas, Ingeniero de Montes y presidente del Grupo TRAGSA; Jorge López, Deployment Chief Manager para la New European Bauhaus en la European Cluster Alliance y experto en «Arquitectura, tecnología y reto demográfico» en La Fundación COTEC; Francisco Boya, Secretario General para el reto demográfico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y Marta Corella, Ingeniera forestal, vocal forestal de esMontañas y alcaldesa de Orea. 

Tras una pequeña pausa-café, la directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, María Jesús Rodríguez, ha seguido a presentado la Estrategia Forestal Española Horizonte 2050. 

Y, para terminar, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones; el consejero de Sostenibilidad del Gobierno de La Rioja, Alejandro Dorado; el Vicepresidente primero y Consejero de Presidencia, Igualdad, Función pública e interior de la Comunidad Foral de Navarra, Javier Remírez, y los directores generales de Prevención de Incendios y Medio Natural de los Gobierno de la Comunidad Valenciana y Catilla La Mancha, han debatido sobre ‘Los retos de las Administraciones públicas ante el desafío de los grandes incendios forestales’. 

Fuente: Gobierno de Aragón

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