Hablemos de economía Opinión

Tiempos para vivirlos

Hablemos de economía

Antonio Morlanes Remiro

PRESIDENTE DE ARAGONEX

aragonex@aragonex.com · www.aragonex.com

Entiendo muy bien que cuando los tiempos no son los más favorables para nuestros intereses, quienes sufren esas vicisitudes, sin ninguna posibilidad de tener una vida digna, soliciten que se les ayude hasta que puedan valerse por sí mismos.

También comprendo que aquellos sectores económicos empresariales, que se vean afectados para su continuidad, recurran a que se les apoye en lo económico y en lo legal hasta que los mercados vuelvan a estar en condiciones de estabilidad.

Pero también es necesario que todos tengamos el claro convencimiento de que lo que se pide sale del conjunto de ciudadanos y organizaciones y, claro está, no es dinero que se genere por arte de magia. Por tanto, podríamos decir que lo idóneo sería que quienes estén en mejores condiciones ayuden al resto, teniendo en cuenta que además se debe mantener el funcionamiento habitual de la sociedad. 

Porque imaginemos que, además de las circunstancias desfavorables que se generan en las crisis, se disminuyesen servicios tan fundamentales para los ciudadanos como es la sanidad, el impacto sería terrible. Intentaré explicar el porqué de esta afirmación. 

Primero tendríamos una sociedad con importantes problemas de salud y segundo el efecto en la economía originaría más consecuencias negativas, por un lado, un decremento en los ingresos por bajas en la capacidad productiva y, por otro, un incremento en los gastos al tener que atender a más personas enfermas, que como se habrán disminuido los servicios sanitarios, por disminuciones presupuestarias, estos serán peores y con agotamiento de los recursos humanos destinados.

Me podrán decir algunos que siempre contaremos con la sanidad privada y, en efecto, así es. Pero también ese es el fin de las compañías de seguros sanitarios: crear déficit de atención en la sanidad pública, ofrecer seguros muy baratos y cuando la primera esté destrozada subir el precio de sus pólizas.

Es necesario que se entienda que la sanidad no es un servicio barato; los profesionales deben estar bien remunerados pues han estado durante muchos años preparándose para ejercer una profesión que salva vidas además de tener que estar en permanente formación e investigación; los medios, por ser muy específicos y de muy alta precisión, son de alto precio, en definitiva, estamos hablando de cuidar la salud, que no podemos descuidarla, pues solo la tenemos una vez.

Aprender de lo vivido es una asignatura obligada y esto nos conducirá a no cometer los mismos errores y, sobre todo, a preparar un futuro más prometedor para las generaciones siguientes

Volvamos a la posición de entender cómo deben evolucionar las sociedades en tiempos de crisis y este es uno de ellos. Tomemos como ejemplo Alemania, locomotora de Europa desde hace muchos años. Todos los estudios nos indican que para el 2023 Alemania caerá en recesión, con el alto riesgo que supone para los demás países de la Unión Europea. 

Creo que podemos afirmar, con un nivel bastante alto de acierto, que España será un país, quizás el único, que no entrará en recesión y es que, por una vez, el ser un país de servicios va a ser nuestro salvavidas,  pues la pagana de esta crisis va a ser la industria debido a los costes energéticos y a la escasez de materiales para la producción. Por lo contrario en 2023 España continuará con un turismo en alza y, por derivación, el resto de servicios. Así que aunque con un crecimiento pequeño, quizás el 1,5% sea posible, deberemos alegrarnos de que así sea.

Verán, cuando pasamos por momentos como los actuales, me refiero a la guerra en Ucrania, que nos implica a todos, debemos prepararnos para un modelo diferente de sociedad. Afirma Joseph E. Stigliz que “Las guerras no se ganan con economía de tiempos de paz”, por esto la Unión Europea, según noticias actuales, quiere poner como reto rebajas importantes de la deuda de los países miembros, sin embargo,  opino que no es la mejor fórmula ya que estaremos dando la razón al refrán que dice: “A burro muerto, cebada al rabo”. Creo que le damos mayor importancia a este tema que al de producir suficiente riqueza para que el conjunto de la sociedad vuelva a un camino de normalidad.

El Banco Central Europeo se pone como tarea bajar la inflación y lo hace con los instrumentos que posee: subir los tipos de interés y considero que es adecuado, todas estas medidas siempre deben adecuarse a los momentos en los que se vive. 

Ahora bien, esto es entendible con las nuevas operaciones crediticias que se generan, pero la banca, que siempre está a la que salta y que jamás apuesta por el bien general, utiliza este instrumento para subir el tipo de interés a las hipotecas ya realizadas, aquellas que se inventaron bajo la fórmula maligna del interés variable. Creo, y esta es una opinión muy personal,  que a las entidades financieras les aportaría un poco de dignidad no modificar el interés de las hipotecas en vigor. Les aseguro que, no siendo muy rico, también se puede vivir.

Para terminar me gustaría mencionar cómo el Gobierno ha previsto para 2023 elevar el gasto público en 10.000 millones de euros, además de la cifra fijada en los Presupuestos Generales del Estado. Esta cantidad irá destinada a proteger las economías familiares y empresariales más desfavorecidas.

De todo esto debemos sacar conclusiones que nos permitan avanzar en soluciones que no dejen atrás a nadie. Aprender de lo vivido es una asignatura obligada y esto nos conducirá a no cometer los mismos errores y, sobre todo, a preparar un futuro más prometedor para las generaciones siguientes.

Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *