‘Amenazas veladas, unas, explícitas y sin remordimiento, otras. La diana en la frente, los cuchicheos a sus espaldas y los insultos y el desprecio. El nacionalismo es una serpiente que envenena a las personas inoculando odio al prójimo. Los maquetos son los extranjeros, los diferentes, los parias, los que no tienen derecho a vivir. Terroristas son tanto quienes aprietan el gatillo como quienes jalean, tanto los indiferentes, los que equiparan víctimas con verdugos, como quienes se jactan de pactar con ellos. Frente a los miserables, valientes como Rosa Diez nos alertan de los peligros de olvidar el terror reciente que sufrió España y de la burda manipulación que sufre nuestra historia desde instancias oficiales.