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El Centro de Innovación en Bioeconomía de Teruel lanza un plan participativo para conectar la investigación con las necesidades del sector agroalimentario, forestal y medioambiental del territorio

La consejera de Ciencia, Maru Díaz, y la directora del CITA, Lucía Soriano, visitaron las instalaciones, que inician una nueva etapa al incorporar un equipo de gestión permanente e impulsar un plan de dinamización

“Aragón demuestra una vez más la capacidad de anticipación de su ecosistema científico, social y empresarial, porque la bioeconomía circular es la economía del futuro”, destacó la responsable autonómica

Impulsar la colaboración entre centros de I+D+i, los sectores agroalimentario, forestal y medioambiental aragonés y los agentes sociales para avanzar hacia un nuevo modelo económico más eficiente y sostenible. Con ese objetivo, se inició el lunes 22 de febrero una nueva etapa el Centro de Innovación en Bioeconomía Rural de Teruel, que va a lanzar un plan de dinamización e incorpora ya un equipo de coordinación y gestión permanente para aspirar a ser punto de encuentro y tejedor de alianzas entre la investigación y la iniciativa empresarial en este emergente sector.

La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, visitó el centro, acompañada por la directora gerente del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, Lucía Soriano, del que dependen las instalaciones, y por la nueva coordinadora del mismo, Marta Barba.

La responsable autonómica destacó la relevancia de la bioeconomía circular en el contexto del cambio climático, “el mayor reto al que se enfrenta la humanidad”, y celebró cómo Aragón se está posicionando a la vanguardia de esta nueva “economía del futuro, clave para garantizar el equilibrio entre el desarrollo económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social”.

“Una vez más –afirmó- Aragón demuestra la capacidad de anticipación de su ecosistema científico, social y empresarial”.

Basándose en la experiencia y el buen hacer del CITA, el CIBR Teruel –según dijo- quiere impulsar proyectos colaborativos ajustados a las necesidades reales de investigación e innovación, ayudando a crear empleo y a fijar y atraer al mismo tiempo población al territorio.

“Porque el conocimiento y la innovación son también herramientas claves y palancas para luchar contra la despoblación”, señaló Diaz.

Actualmente, ya hay doce proyectos en desarrollo vinculados al centro y al Fondo de Inversiones de Teruel, pero según explicó la consejera el plan de dinamización pasa ahora por mapear el territorio y establecer nuevas relaciones de trabajo con todos los actores para multiplicar efectos y pasar de la estrategia a la acción. 

Será el nuevo equipo de gestión quien defina conjuntamente con el sector el nuevo plan de dinamización del centro. La premisa es lanzar proyectos que “unan innovación con iniciativas empresariales en la provincia, impulsando un ecosistema de innovación en bioeconomía rural, que convierta al centro turolense en un centro piloto y de referencia en Europa”.

Para ello, según avanzó la directora gerente del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria, Lucía Soriano, se pondrá en marcha inmediatamente un plan de participación con todos los actores –al estilo del que se ha llevado a cabo recientemente para aprobar el plan estratégico del CITA- para identificar las necesidades del sector.

La intención es que se pueda desarrollar a lo largo de este primer trimestre del año.

“Queremos unir fuerzas y comenzar desde el principio a definir de manera colaborativa el camino a andar porque el CIBR Teruel tendrá continuidad y sentido en la medida en que consiga engarzarse, nutrirse e ir de la mano de las iniciativas ya existentes en el territorio”, expresó Soriano.

En esta nueva etapa, el centro cuenta con una oficina de proyectos y con un área de laboratorios y asistencia tecnológica que ofrecerá servicios analíticos propios.

Según vaya avanzando la actividad, se irá aumentando la llegada de fondos y la capacidad de autofinanciación y con ellos se incrementará paulatinamente la plantilla de investigadores y técnicos adscritos al mismo.

Por el momento, las instalaciones cuentan ya con un nuevo equipo de coordinación y gestión, integrado por la coordinadora Marta Barba y una técnico de apoyo. Barba explicó que la principal misión del centro será “generar oportunidades de colaboración para impulsar proyectos de innovación”, además de detectar y tramitar

“oportunidades de financiación para grupos de investigación y empresas interesadas en participar en acuerdos de cuádruple hélice”. En este sentido, se reforzarán algunas alianzas ya existentes, como con el Centro Integrado de Formación Profesional San Blas o la Universidad de Zaragoza.

Asimismo, se organizarán actividades de formación y divulgación para trasladar al sector y a la ciudadanía los resultados científicos y de innovación en bioeconomía circular para fomentar la transición hacia ese nuevo modelo económico y fomentar el desarrollo de la región.

Las instalaciones también ofrecerán una cartera de servicios analíticos. Además del Banco de Semillas de variedades autóctonas de hortalizas y legumbres de Teruel, que está funcionando ya con éxito, se va a poner en marcha un servicio de análisis de calidad de la miel que podrá ser utilizado por todos los apicultores de Aragón.

Fue precisamente este laboratorio el que pudieron recorrer durante la visita institucional la consejera de Ciencia y la directora del CITA y ver cómo trabajan los investigadores del proyecto FITEMIEL2, que persigue recuperar la miel para recuperar el territorio.

Allí asistieron a una demostración del denominado análisis melisopalinológico (pólenes al microscopio en pantalla) y comprobaron la riqueza de las variedades existentes en Teruel, con una exposición de los tipos de miel más características de la provincia, como la de tomillo, romero o alfalfa…

También conocieron detalles de otros dos proyectos en desarrollo, como HORTAL-TE, sobre hortalizas y legumbres tradicionales de Teruel, o RegAteA, que busca la recuperación y revalorización de las tierras abandonadas en los regadíos de riberas turolenses.

Además de estos tres proyectos, hay otros nueve vinculados al CITA y al CIBR Teruel, todos ellos con financiación del Fondo de Inversiones de Teruel.

  • La inmunización contra GnRH porcina como estrategia de bienestar animal y de mejora de la calidad del Jamón DOP Teruel” (TERUEL DRY_CURED HAM)
  • La mejora genética del melocotón de Calanda (MELOCOTON DE CALANDA)
  • Desarrollo de la cereza tardía y puesta en valor de frutales locales en la provincia de Teruel. Análisis del potencial del mercado (FRUTER)”
  • Innovaciones genéticas aplicadas a la mejora eficiencia productiva de las razas ovinas autóctonas de Teruel. (TerGenOvi)”
  • Desarrollo de envases biobasados a partir de residuos y subproductos de la industria agroalimentaria de la provincia de Teruel (enTER)”
  • Valorización de cereales alternativos para uso panificable y su panadería industrial en la provincia de Teruel. PAN DE TERUEL
  • Nuevo programa de gestión para mejorar la eficiencia reproductiva y la competitividad de las explotaciones de vacas nodrizas en Teruel VACAFERTILTERUEL”
  • “Cadena de valor en la producción de leche y queso de Teruel: hacia una economía circular. LACTOCYNARA II”
  • Dinamización de la cadena de valor del almendro en Teruel: una apuesta por la producción ecológica. ECOAL-TE”.

EL CITA también trabaja en Cantavieja sobre temas de miel en el marco del proyecto europeo POLLINACTION.

Fuente: Gobierno de Aragón

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