San Juan de la Peña. En busca del Santo Grial
LUGARES CON ENCANTO DE ARAGÓN
José Ignacio Iguarbe Lázaro
www.ignacioiguarbe.com
Decía Miguel de Unamuno que en San Juan de la Peña,” Los monjes escribían en paz hechos de guerra, y al escribir la historia la hacían. Que el hecho histórico es espiritual y consiste en lo que a los hombres les hace creer que queda de lo que pasó en la leyenda”.
Edificado en la cara norte de la sierra que le dio su nombre, se encuentra el Monasterio de San Juan de la Peña. El origen de este cenobio se halla en el fenómeno eremítico de aquella época, muy importante en Aragón y en el resto del norte de España, y que también sirvió de inspiración para multitud de leyendas. El Monasterio de San Juan de la Peña fue centro espiritual y testigo muy privilegiado del origen del Reino de Aragón.
El Santo Grial sobre el que tanto se ha escrito fue custodiado en el Monasterio de San Juan de la Peña. Parece ser que el vaso utilizado por Jesús en la última cena fue llevado por San Pedro a Roma, durante la persecución de Valeriano en el año 257, y a su vez el Papa Sixto II lo confió a San Lorenzo, que lo envió secretamente a Huesca. Tras la invasión islámica de la península en el año 711, El Grial fue celosamente guardado durante más de once siglos en diferentes localidades del Pirineo Aragonés, hasta su ubicación definitiva en el Monasterio de San Juan de la Peña. Allí fue conocido por los peregrinos del camino de Santiago de Compostela y dio origen a leyendas como la de los Caballeros del Santo Grial.
Como fotógrafo no dejaré de citar a D. Santiago Ramón y Cajal, que convaleciente de una enfermedad contraída en la guerra de Cuba, se alojó para su recuperación en el Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña. Las fotografías tomadas por Ramón y Cajal de este lugar son seguramente las primeras imágenes fotográficas de la Sierra de la Peña y de sus Monasterios, era el verano de 1878.
En el recorrido por el monasterio encontraremos la Sala del Concilio, cuyo nombre se debe a que, en tiempo de Ramiro I, hacia el año 1057, se supone que se celebró un concilio en esta sala, a pesar de que su uso habitual era el de dormitorio de los monjes.
La iglesia que dio origen a este cenobio de estilo mozárabe, cuenta con dos capillas en la cabecera, ya que el monasterio era mixto, es decir estaba compuesto por “Monjes” y “Sorores”, como se las denominaba en Aragón. En el año 1024 fue fundado el Monasterio femenino de Santa Cruz de la Serós.
Panteón de Nobles y el Panteón Real, lugar donde los nobles y reyes aragoneses descansan después de tantas cabalgadas a tierra llana, hombres que en el afán de asegurarse el pasaporte al más allá, enriquecieron y decoraron los templos, con relieves, pinturas, arcosolios y laudas funerarias, recordándonos así lo efímera que es la vida.
La iglesia superior mandada construir por Sancho Ramírez, se consagró ya en el reinado de su hijo Pedro I, en el año 1094, los ábsides están construidos bajo la roca, teniendo como bóveda hasta la mitad de la iglesia la propia roca.
La puerta de acceso al claustro en forma de herradura mozárabe es una auténtica joya. Del claustro destacan sus capiteles elaborados por el Maestro de Agüero, obra que podemos reconocer fácilmente por sus características tan personales, el tamaño de sus expresivos ojos almendrados y el delicado detalle de las vestiduras y decoración. La obra del maestro de Agüero está llena de matices que lo hacen muy reconocible y único.
El Nuevo Monasterio de San Juan de la Peña está situado en la explanada de San Indalecio, se consagró el día 8 de octubre de 1705. Se trata de un bello edificio barroco de grandes dimensiones al que le ha tocado vivir, desamortizaciones, guerras, expolios, incendios y lo que es peor, casi el olvido. Es en el año 2007 cuando el Gobierno de Aragón recuperó este emblemático edificio con una restauración magistral y muy moderna. A través de dos centros de interpretación se anima al visitante a conocer la historia del Monasterio y al nacimiento del Reino y Corona de Aragón.
Artículo de opinión incluido en la edición en papel de febrero de 2021 de Actualidad de las empresas aragonesas
