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La consejera Broto hace un llamamiento a los profesionales de las residencias y les anima a vacunarse

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón visitó la semana pasada la residencia Ciudad de Huesca, donde 82 residentes y 49 trabajadores recibieron la segunda dosis de la vacuna

«Avanzamos en la vacunación y tenemos esperanza, pero la situación sigue siendo muy difícil», apuntó la consejera

«Avanzamos en la vacunación y tenemos esperanza, pero la realidad es que la situación sigue siendo muy difícil y debemos tomar decisiones de acuerdo con los datos epidemiológicos que indican que la prudencia y el rigor deben seguir marcando nuestra forma de vida». Así se expresó la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, que la semana pasada acudió a la residencia del IASS Ciudad de Huesca, donde comenzó la segunda fase de la vacunación frente a la Covid-19 para a trabajadores y residentes.

María Victoria Broto quiso dirigirse, sobre todo, a los trabajadores y las trabajadoras de estos centros: “quiero hacer un llamamiento a los profesionales porque creo que es muy importante la vacunación y, si un número importante de residentes y trabajadores se vacuna, conseguiremos la inmunidad. Ellos son los que mejor conocen, los que mejor saben lo que se ha sufrido dentro de las residencias”.

La consejera quiso estar presente, desde el exterior, en “un momento tan importante para esta residencia”, y lo hizo acompañada del alcalde de Huesca, Luis Felipe; del director de enfermería de Atención Primaria del Sector de Huesca, Iván Carpi; y de la responsable del área asistencial de la residencia Ciudad de Huesca, Pilar Azor.

La representante de este centro del Instituto Aragonés de Servicios Sociales detalló que ese día,26 de enero, recibieron esa segunda dosis 82 residentes y 49 trabajadores y que antes del jueves se inoculará al resto de personas que ha dado su consentimiento.

Entre las personas vacunadas esa mañana, se encontraba Manuela Garrido, trabajadora de la residencia Ciudad de Huesca, que al recibir la segunda dosis manifestó “una gran tranquilidad profesional y personal, es algo necesario para que esto termine y para dejar atrás un año duro en el que no hemos podido estar en contacto con los nuestros. Todos necesitamos los abrazos y los besos y aquí dentro, en la residencia, nuestros mayores también los necesitan”.

Por su parte, Manuel Otal, de 86 años, quiso explicar lo que para él significa esta segunda dosis: “poder salir, volver a mi pueblo –Torralba de Aragón- y ver a los míos y a mis nietos. Aquí estamos muy bien, pero tengo ganas de salir a pasear por Huesca y tomar un cortado con los conocidos y estar al aire libre…”. “Que se vaya la Covid ya, que ya es hora”, conluyó.

Fuente: Gobierno de Aragón

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