Aragonanda
Chema Tapia
Montañero y divulgador
chematapia.blogspot.com
Nuestra ruta de hoy parte de Alins del Monte, en la comarca oscense de La Litera. Una jornada que va a discurrir intermitentemente por el GR 18 que, partiendo de Fonz, recorre La Ribagorza, y el GR 23, que recorre parcialmente La Litera.
Salimos de esta pequeña población a través del PR HU-117, que pronto nos conecta con el GR 23, que lo tomamos en dirección Fonz, pero por poco tiempo, porque a través de unos campos que añoran tiempos mejores nos desviamos a la derecha para recorrer un itinerario inédito en esta época, un itinerario entre carrascas y aromáticos romeros y tomillos, un itinerario, decimos, que va recorriendo viejas fincas ancladas en el pasado y que no han sabido sobrevivir a él.
La protagonista de hoy es la sierra de La Carrodilla, pero al sur, y paralela a ella hay otro cordal que tenemos que atravesar, y lo hacemos por el barranco de Congustro, que una vez superado nos ofrece vista ya sobre nuestro objetivo de hoy, esa sierra con su sagrado enclave de vírgenes y carrascas.
El sendero, sustraído recientemente a la vera de las carrascas, nos lleva al GR 18, que por pista va, hasta que lo abandonamos para visitar un pequeño espacio como de captación de aguas, lo que fue un pozo de hielo, y en el que unas mesas invitan a detenerse. Se trata de la fuente Mentirosa que, justificando su nombre, tanto da agua como no. De nuevo nos incorporamos al GR 18, donde encontramos señales que reivindican su uso compartido con BTT. Para llegar al santuario, un poco antes, nos desviamos a la izquierda, con el fin de tener una mejor vista sobre él al aproximarnos.
Hemos cambiado de término y de comarca. Estadilla, del Somontano de Barbastro, es donde está ubicado este enclave, que alberga un complejo de construcciones añadidas al templo, que data del siglo XIII, y según cuentan, sus orígenes se basan en la aparición de la virgen subida al carro de unos carboneros, pidiéndoles que erigieran allí un santuario para venerarla, donde las carrascas son las reinas del lugar. De nuevo, la estrecha relación entre lo místico y las fuerzas de la naturaleza. En una gran explanada hay erigido un crucero.
Enseguida veremos una tablilla que nos indica la dirección del abrigo del Forao de Cocho, al que nos acercamos para visitarlo. Se trata de un carasol en unas cuevas con poco fondo, donde unas verjas protegen unas exiguas pinturas prehistóricas de estilo esquemático. Volvemos al sendero y llegamos al santuario, para seguir por la pista cuyo último tramo no hemos traído al venir, desandando lo andado hasta atravesar de nuevo el amplio barranco de Santacún.
Llegamos a la bifurcación, para disociarnos del sendero que traíamos y seguir por el GR 18, para subir hasta el collado de la Cruceta de Alins, otro de los pocos flancos para superar esta otra pequeña sierra, y desde el que encontramos en mucho mejor estado las marcas rojiblancas.
Bajamos hasta el arranque del GR 23 para, en la recta final, llegarnos hasta el pueblo que nos ha visto salir, pudiendo aprovechar para ver de cerca la iglesia, de origen románico, que reza a San Juan y que, con vocación de fortaleza, se alza en lo alto de la loma, junto a los restos del castillo.
Una ruta que bien se puede realizar en unas 5 horas, para completar los 17,9 km, con unos 730 m de desnivel acumulado.
