Sara Díaz Giménez e Itallo Felipe D. Silva: «En Culturas Unidas Zaragoza favorecemos la inclusión social y educativa de menores y adultos en situación de vulnerabilidad, combatiendo el abandono escolar y fomentando la convivencia intercultural»
Sara Díaz Giménez e Itallo Felipe D. Silva
Coordinadora y director de Culturas Unidas Zaragoza
Culturas Unidas Zaragoza trabaja cada día para favorecer la inclusión social y educativa de menores y familias en situación de vulnerabilidad. Con programas de refuerzo escolar, apoyo emocional y actividades comunitarias, la entidad impulsa la convivencia intercultural y fortalece el tejido social del barrio, pese a retos como la financiación.
Para comenzar, ¿cómo describirían la misión de Culturas Unidas Zaragoza en pocas palabras y cuál consideran que es su principal aportación a la ciudad?
En Culturas Unidas Zaragoza nuestra misión es favorecer la inclusión social y educativa de menores y adultos en situación de vulnerabilidad, combatiendo el abandono escolar y fomentando la convivencia intercultural. Creemos que nuestra principal aportación a la ciudad es contribuir a que Zaragoza sea más diversa e integradora, ofreciendo oportunidades educativas a quienes más lo necesitan y fortaleciendo las redes sociales entre personas de distintos orígenes.
¿Cuántas personas están siendo atendidas actualmente en la sede de Zaragoza y qué perfil tienen los beneficiarios de sus programas?
Actualmente, en la sede de Zaragoza estamos atendiendo a unas 140 personas de forma directa, entre familias y menores. La mayoría de nuestros beneficiarios son personas inmigrantes, aunque nuestros programas están abiertos a cualquier usuario que desee participar y beneficiarse de ellos.
En términos de recursos humanos, ¿con cuántos trabajadores y voluntarios cuentan en la sede aragonesa?
En la sede de Zaragoza actualmente estamos dos personas contratadas, y contamos además con el apoyo de personas voluntarias y con algunos convenios de colaboración con estudiantes. Los voluntarios son fundamentales para nuestro trabajo: gracias a ellos podemos llevar adelante nuestros programas, acompañar a los menores y sus familias, organizar actividades y mantener una presencia activa en el barrio. Su compromiso y dedicación amplían enormemente nuestra capacidad de impacto y nos permiten generar una comunidad más unida e inclusiva.
¿De qué formas concretas se puede colaborar hoy en día con Culturas Unidas Zaragoza, ya sea como voluntario, socio o entidad aliada?
Hoy en día se puede colaborar con Culturas Unidas Zaragoza de varias formas: como voluntariado en nuestros programas de infancia, apoyo educativo o integración; clases de español, clases de informática haciéndose socio o amiga/o con una aportación periódica; realizando donaciones puntuales; o bien a través de colaboraciones con entidades privadas que quieran apoyar o financiar nuestros proyectos.
Hace poco su sede en Zaragoza apareció vandalizada. ¿Cómo vivieron ese episodio y qué mensaje les gustaría trasladar a la sociedad tras lo ocurrido?
Lo vivimos con tristeza e indignación, porque no fue solo un daño material sino un intento de silenciar mensajes de unión y diversidad. Queremos trasladar que Zaragoza es una ciudad plural y solidaria, y frente a estos actos de odio debemos reforzar nuestro compromiso colectivo con el respeto, la convivencia y la riqueza cultural que nos une.
Cuentan con proyectos de refuerzo escolar y apoyo emocional para menores. ¿Podría detallar qué impacto han observado en los niños y sus familias desde que se implementó este programa en Zaragoza?
Desde que pusimos en marcha el programa en Zaragoza hemos visto mejoras claras: los niños han mejorado sus calificaciones, reducen el absentismo y muestran más motivación; también ganan en autoestima, se sienten más acompañados y menos aislados. En cuanto a las familias, notamos una mayor implicación en la escuela, un mejor conocimiento de los recursos disponibles y, sobre todo, la tranquilidad de ver los avances de sus hijos e hijas. Además, se ha creado una red muy valiosa entre las propias familias y los menores, que refuerza el apoyo mutuo y la sensación de comunidad.
También han visitado algún negocio cercano, ¿de qué manera se trabaja con el barrio?
Sí, hemos visitado comercios cercanos dentro de la iniciativa Amor y Barrio. Con este proyecto buscamos acercar a niños, niñas y adolescentes a la vida del barrio a través de sus gentes y negocios. Durante las visitas los jóvenes conversan con los comerciantes, conocen sus historias, sus sueños para el barrio y el valor de lo que aportan día a día. De esta manera trabajamos desde la presencia y la escucha, creando vínculos entre generaciones, visibilizando a los pequeños comercios y reforzando el sentimiento de comunidad-
La financiación siempre es un reto para las entidades sociales. ¿De qué fuentes dependen actualmente en Zaragoza y qué dificultades encuentran para garantizar la sostenibilidad de sus proyectos?
En Zaragoza dependemos principalmente de subvenciones públicas, de donaciones tanto de entidades privadas como de personas particulares, y también de ingresos propios que obtenemos a través de actividades o eventos. La dificultad está en que las subvenciones suelen ser temporales o inciertas, lo que nos obliga a trabajar siempre con mucha incertidumbre. A eso se suma la necesidad de garantizar la continuidad de programas de largo plazo, la falta de recursos suficientes para personal y el reto constante de adaptarnos a nuevas necesidades sociales mientras tratamos de captar más apoyos y donaciones…
Culturas Unidas nació en Lavapiés y hoy tiene presencia en varias comunidades autónomas. ¿Qué particularidades tiene el trabajo en Zaragoza respecto a otras sedes?
Zaragoza es una ciudad más pequeña en comparación con otras sedes de Culturas Unidas, por lo que nuestro trabajo puede centrarse más en el barrio. Allí, además de muchos centros educativos, viven familias con pocos recursos que necesitan apoyo psicológico y acompañamiento. Esto nos permite atender de manera más cercana y personalizada, adaptándonos al perfil específico de la comunidad y coordinando los servicios con el contexto institucional local y las redes de colaboración que existen en el barrio.
¿Qué papel juegan las alianzas con otras asociaciones, instituciones o empresas en el desarrollo de su actividad en Aragón?
Para nosotros las alianzas son fundamentales. Nos permiten ampliar recursos, compartir conocimientos, acceder a espacios, llegar a más personas y coordinar servicios evitando duplicar esfuerzos. Además, las colaboraciones con entidades privadas nos ayudan con patrocinios o financiación, y las instituciones públicas aportan subvenciones y apoyo logístico que resultan esenciales para sostener nuestra actividad en Aragón.
Finalmente, mirando al futuro, ¿qué retos y objetivos se han marcado a corto y medio plazo para consolidar y ampliar la labor de Culturas Unidas en Zaragoza?
A corto y medio plazo nuestros retos pasan por ampliar la cobertura para llegar a más niños, adolescentes y familias, fortalecer los programas de apoyo educativo y emocional, y garantizar una mayor estabilidad financiera que no dependa tanto de fondos temporales. También queremos aumentar la participación comunitaria, con más implicación del barrio, voluntariado y alianzas locales, e innovar en servicios que respondan a nuevas necesidades como el idioma, la tecnología, la salud mental o la inmigración reciente. Además, estamos a la espera de poder contar con la financiación necesaria para abrir la clínica dental social, que consideramos un recurso muy necesario para muchas familias de Zaragoza.








Redacción AEA
