Natalia Navarro: «Todos somos presos de algo, en Celda 21 decidimos serlo de la tinta»
Natalia Navarro
CEO de Celda 21 y experta en marketing
Hace un año, Natalia Navarro decidió dar un paso valiente: abrir Celda 21, un estudio de tatuaje en Zaragoza que fusiona arte, marketing y comunidad. CEO de este proyecto y experta en comunicación digital, Natalia combina su experiencia estratégica con la pasión por un sector que entiende como identidad y libertad.
En esta entrevista comparte cómo ha sido el primer año del estudio, qué lo hace único en la ciudad y por qué su apuesta va mucho más allá de la tinta.
Hace un año decidiste abrir CELDA 21 en Zaragoza. ¿Qué te llevó a emprender en el mundo del tatuaje y apostar por un proyecto propio?
Abrí Celda 21 desde la necesidad y desde la pasión. Necesidad, porque quería un proyecto que me permitiera conciliar mi vida con mi hija, y la mejor forma de hacerlo era volver a ser autónoma. Y pasión, porque desde que entré en el mundo del tatuaje en 2019 siempre he sentido que el tatuaje es una forma de arte brutal, cargada de identidad y libertad. Y así nació Celda 21, con la idea de ser un lugar donde tatuarse es mucho más que decorar la piel: es un espacio de autenticidad, comunidad y expresión personal.
¿Qué hace único a CELDA 21 frente a otros estudios de la ciudad? ¿Cómo definirías su identidad?
Nuestra identidad mezcla la estética urbana con un concepto muy claro: todos somos presos de algo, pero aquí elegimos ser presos de la tinta. Hemos creado una marca con personalidad fuerte, visualmente muy reconocible, con un discurso que engancha y conecta con la gente. No vendemos tatuajes, vendemos experiencias, símbolos y relatos que la gente se lleva grabados en la piel. Y eso se nota tanto en la estética del local como en la energía del equipo y la forma de tratar a cada cliente.
¿Cómo ha sido este primer año de vida del estudio? ¿Qué balance haces, tanto a nivel profesional como personal?
Ha sido un año intenso, de mucho aprendizaje y de confirmar que la apuesta valía la pena. Hemos conseguido posicionar Celda 21 como lo que es, un estudio profesional y de calidad, trabajando día a día para ser un referente en Zaragoza. Creamos campañas diferentes, hacemos colaboraciones y tenemos un impacto en redes que ha multiplicado la visibilidad del proyecto. Personalmente, me ha dado confianza: comprobar que puedes empezar de cero, con pocos recursos, y construir algo sólido si tienes visión, estrategia y un equipo implicado.
¿Cuántas personas forman actualmente el equipo de CELDA 21 y qué estilos de tatuaje se ofrecen principalmente en el estudio?
Actualmente trabajan tres tatuadoras, un Filmaker que está con nosotras día a día dentro del estudio para encargarse de los audiovisuales y en las próximas semanas se incorporarán dos tatuadores más a nuestro equipo. Se cubren gran variedad de estilos: old school, blackwork, minimalismo, fine line, color, realismo y microrealismo entre otros. En total seremos ocho a final de año.
Eres experta en marketing digital. ¿Cómo influye esta faceta en la gestión diaria del estudio y en la forma en que conectas con el público?
Para mí, el marketing no es solo vender, es comunicar lo que somos de una forma que llegue de verdad a la gente. Mi experiencia en marketing digital me permite tener muy claro cómo mover la marca: desde la estrategia en redes hasta cómo diseñamos campañas que emocionan y diferencian. En un sector tan competitivo como el tatuaje, la gestión de la marca es lo que marca la diferencia entre ser uno más o ser una referencia.
Celda 21 tiene mucho impacto en redes sociales donde sois muy activos. Cuéntanos cómo trabajas este aspecto.
No nos limitamos a enseñar tatuajes: contamos historias. Sabemos que en redes gana quien emociona y conecta, no solo quien muestra un buen trabajo técnico. Creamos contenido que transmite la identidad del estudio, jugamos con formatos creativos y cuidamos mucho la coherencia visual. El resultado es que hemos conseguido crear una comunidad real, no solo seguidores. Y esa comunidad es la que a la hora de la verdad nos apoya y consigue que la agenda esté llena.
Eres experta en marketing digital y también trabajas en Mate Studio. Háblanos de este proyecto y el papel que desempeñas en él.
Mate Studio es un proyecto de marketing creativo especializado en generar contenido audiovisual de calidad para empresas. Mi compañero Gabi es quien se encarga de la parte técnica: grabación y fotografía profesional. Yo, por mi parte, aporto la visión estratégica: asesoramiento, captación de empresas y desarrollo de ideas que conecten con cada marca. Juntos formamos un tándem en el que la creatividad y la estrategia van de la mano. Para mí es muy enriquecedor porque me permite trabajar con distintos sectores, aprender constantemente y aplicar todo ese conocimiento en Celda 21 y en los proyectos que lidero.
¿Cómo percibes actualmente la consideración social del tatuaje? ¿Crees que sigue habiendo prejuicios o ya se ha normalizado del todo?
Creo que el tatuaje ya está muy normalizado, pero aún arrastra ciertos prejuicios en algunos ámbitos, yo misma me tengo que ver miradas de reojo a veces. Pero la realidad es que por norma general hoy tatuarse es una forma de expresión totalmente aceptada. Ya no se asocia a rebeldía marginal, sino a identidad personal, a arte en la piel. En nuestro caso, nos encanta precisamente jugar con esa mezcla: mantener la esencia rebelde, pero desde un lugar artístico y profesional.
Para terminar, ¿qué le dirías a alguien que está pensando en hacerse su primer tatuaje y busca un lugar donde sentirse cómodo y bien acompañado?
Le diría que se atreva, que un tatuaje es mucho más que tinta: es un recuerdo, una emoción, un punto de inflexión. Y que elija un estudio donde no solo trabajen bien técnicamente, sino donde sienta confianza y conexión. En Celda 21 cuidamos muchísimo esa primera experiencia: explicamos, acompañamos y hacemos que la persona salga no solo con un tatuaje, sino con una vivencia que recuerde con una sonrisa.
¿Hay algo que quisieras añadir?
Celda 21 no es solo mío, es del equipo que lo sostiene y de la comunidad que lo hace posible. Mi visión es clara: crecer, consolidarnos como referente y abrir nuevos caminos. Ser empresaria no es acumular, es transformar, saber cuidar, no parar de aprender y construir algo que perdure.