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Astrid Otal (periodista): “Se pueden contar las cosas de una forma diferente sin perder rigurosidad”

Astrid Otal

Periodista, Premio Injuve de Periodismo y Comunicación 2020

La periodista oscense Astrid Otal es una de las caras más conocidas de PlayGround, un medio de comunicación digital con gran éxito entre la generación conocida como ‘millennial’.Recientemente, Otal recibió el Premio Injuve, otorgado por el Instituto de la Juventud, en la categoría audiovisual por una pieza que realizó en 2020 sobre el Ecofascismo. Hablamos con ella sobre este fenómeno, sobre el galardón y sobre su trayectoria profesional.

Háblenos brevemente de su trayectoria formativa y profesional.

Estudié Periodismo. Cuando terminé no estaba segura de estudiar un máster, así que me fui un año de Au Pair a Inglaterra. Allí empecé a escribir crónicas curiosas sobre las vidas de personas que veía dentro de las casas cuando iba en tren. Al no tener persianas, se veía todo. 

Luego trabajé en una de las radios locales de Huesca y enseguida me cogieron en PlayGround, un medio que tiene 17 millones de seguidores y que su éxito radica en que lo reventó por su forma de contar las noticias.

¿Qué supuso para usted y para sus compañeros recibir el premio Injuve?

Fue una alegría enorme. Puede que no sea así, pero en los llamados “medios millennials” hemos sentido a veces que se nos miraba con cierto desdén por parte de los medios de comunicación tradicionales. Sin embargo, lo que hay aquí es un currazo inmenso. Siempre estamos probando nuevos formatos, nuevas formas de contar las noticias en los vídeos. Así que vernos recoger el premio con los otros premiados (Le Monde, La Vanguardia, Público…) fue un reconocimiento muy valioso.

Recibieron el premio por un video que realizaron sobre el Ecofascismo. ¿En qué consiste exactamente este fenómeno y por qué resulta preocupante?

Nada más confinarnos, se celebró que la contaminación había bajado, la vida salvaje se veía en las ciudades y que los mares se limpiaban para llegar a una conclusión repetida: “el coronavirus es la vacuna de la Tierra, los humanos somos el virus”. Esos mensajes, que se compartían sin mala intención, están siendo usados por los grupos de extrema derecha en Europa en favor de sus propios 

intereses políticos y relacionan el control migratorio con la salvación medioambiental. De cara al público se muestran súper preocupados por la crisis climática. ¿Qué pasa? Que es una careta porque luego han votado en contra de todos los acuerdos de París en la Eurocámara. 

Pero esto no es lo más grave. Lo peor es que la versión más radical de esta ideología se ha traducido en recientes asesinatos. El supremacista blanco que asesinó a 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda fue el primero en definirse como “ecoterrorista” argumentando que si mataba a suficiente gente el planeta se salvaría. Esto no es cierto. 

Según un estudio de Nature, el planeta sería capaz a 10.000 millones de personas, casi 3.000 millones más que en la actualidad, sin rebasar los límites ecológicos reduciendo el consumo de carne, los cultivos de regadío o la fertilización química. Pero si no centramos bien el problema, le damos alas a la extrema derecha.

Háblenos del equipo con el que realiza estas piezas.

Aleix Plana y Marc Pitarch son los montadores de los vídeos, se encargan de toda la magia audiovisual. Yo me ocupo de escribir los temas y presentarlos a cámara. Los 3 hacemos un gran equipo.

El jurado destacó de ustedes que abordan los temas de manera “fresca pero rigurosa”. ¿Su manera de trabajar demuestra que la seriedad en el periodismo no está reñida con un tono desenfadado y cercano?

Por supuesto que no está reñida. Se pueden contar las cosas de una forma diferente sin perder rigurosidad. Hay que pensar en qué le puede gustar a la gente. El periodista Emilio Domenéch lo hace muy bien o todos los que trabajaron en Vice y Buzzfeed lo hacían muy bien 

El del Ecofascismo es uno de los 120 videos de análisis de la actualidad que les patrocinó Facebook. ¿Cómo fue esta colaboración?

Todo empezó porque hacíamos Top Twitter, unos vídeos divertidísimos que combinaban entretenimiento, humor e información. A la gente le encantaba y Facebook nos echó el ojo: nos patrocinó para que hiciéramos contenido en su plataforma.

El del ecofascismo fue uno de los primeros trabajos audiovisuales que realizaron durante el confinamiento. ¿Cómo ha cambiado el Covid su forma de trabajar?

Lo cambió todo. Yo pasé de grabar en un plató con luces y un cámara a grabarme con el móvil desde casa. Si es que en el vídeo no se ve, pero yo iba en leggins y solo me arreglaba de cintura para arriba (risas). Ahora ya hemos vuelto a la normalidad y no me dejan grabar en pijama.

Lleva cerca de seis años trabajando en PlayGround, un medio para el que ha realizado reportajes sobre abusos laborales, la crisis climática, derechos de las mujeres y diferentes movimientos sociales. ¿Qué temas le han impactado especialmente?

El tema que más me ha impactado fue el de las jornaleras marroquíes que denunciaron abusos laborales y sexuales en los campos de fresa de Huelva. Eso fue fuertísimo, y lo sigue siendo. Además, para desacreditarlas, se dijo que querían los papeles. Yo las entrevisté y lo que me dijeron es que querían irse. Solo pedían justicia.

Usted estudió en la Universidad de Zaragoza, ¿qué recuerdos guarda de su paso por allí?

Muy buenos. Aprendí muchísimo de tres profesoras a las que recuerdo con mucho cariño: María Ángulo, especialista en Periodismo narrativo, Maite Gobantes, que te enseña todo acerca de cómo escribir y hacer las mejores entrevistas, y Daniel Cabrera, que es experto en Teorías de la Comunicación.

¿Hay alguna cosa que quisiera añadir?

Que ojalá le haya gustado a la gente y que, si no nos conocían, quieran ver lo que hacemos en PlayGround.

Redacción AEA: L L M

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