Montañero y divulgador
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Las llamadas Sierras Interiores de los Pirineos comenzaron a formarse hace unos 65 millones de años, y son el resultado de la colisión de las placas Ibérica y Euroasiática, llevada a cabo en la orogenia alpina, como consecuencia de la elevación de los materiales sedimentarios acumulados en la cuenca marina, compuestos básicamente de calizas y areniscas.
Esos materiales calizos los podemos ver hoy en día en cantidad de esas sierras, como es la que nos ocupa, que aúpa la mayor altura de la comarca de La Jacetania, el macizo de Collarada, que forma parte del circo de Ip. Un circo que alberga el ibón homónimo, represado para aprovechamiento hidroeléctrico. El barranco que lo desagua, orientado al oeste, es tributario del río Aragón, y forma un valle colgado, debido a que éste ha sufrido más erosión a lo largo del tiempo.
La visita al ibón constituye una de las rutas clásicas que parten del milenario Canfranc que, aunque se puede acceder a él por otros itinerarios, lo más habitual es hacerlo por el propio barranco trazando una circular, ya que por ambas vertientes dispone de sendero habilitado.
La ruta por la margen derecha, izquierda de la marcha, es la llamada del “solano”, y la otra, la del “paco” o de la “Besera”. Elegimos subir por la primera y bajar por la segunda. Para ello, partimos del puente de Arriba de Canfranc, para tomar el Camino de Santiago unas decenas de metros y dejarlo a la izquierda para seguir por el ancho camino, que nos va metiendo ya por sendero de bosque.
Los últimos pinos negros nos dan ya paso al tránsito por terreno herboso, que hace las delicias de las cabañas ovinas. Encontramos al paso un refugio forestal, donde podemos aprovechar para tomar un respiro y contemplar, como aperitivo, todo lo que se nos va a venir encima. Es algo que contemplamos en su máximo esplendor al cabo de las tres horas y media que nos puede costar llegar al ibón.
Hablamos de ibón por no perder ese romanticismo en el que queremos permanecer los viejos montañeros, pero en realidad se ha convertido en un embalse, cuyas instalaciones han modificado el paisaje. Pero si nos abstraemos a ello, estamos en un impresionante lugar bajo grandes y agrestes montañas, por cuyas laderas corren las aguas que alimentan este vestigio de la era cuaternaria.
En el ibón se ven reflejadas las montañas que componen el circo, como son la Moleta, Tronqueras y Pala de Ip, en el cordal norte; Punta Escarra, el Hombro de Escarra, el Águila, el pico de Bucuesa y los Cuchillares, en el flanco este; y el Somola, Peña Nevera, Fraile, Collaradeta y Collarada en el sur.
El regreso, por no hacerlo por el mismo itinerario, lo realizaremos por la margen izquierda, con lo que completaremos las dos visiones de este estrecho barranco. Se pasa por la partida de monte llamada “la Besera”, donde otrora había cultivos de subsistencia, y se continúa ya por bosque hasta el punto de inicio de la ruta.
Distancia: 16,7 km
Duración: 6h 30’
Desnivel acum.: 1100 m D+/-
Máxima altitud: los 2115 metros del ibón
Texto completo, en: https://chematapia.blogspot.com/2013/08/ibon-de-ip.html
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