Víctor Serrano Entío: “Somos un Gobierno que cree en la colaboración público-privada y lo hemos demostrado a través de muchos proyectos”

Víctor Serrano Entío
Consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza
Víctor Serrano, consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, defiende una ciudad en plena transformación. Desde 2019, su departamento impulsa proyectos estratégicos en regeneración urbana, vivienda asequible, eficiencia energética y renovación del viario. Bajo su gestión, Zaragoza ha dado pasos firmes hacia un modelo más sostenible, accesible y cohesionado, combinando planificación técnica con escucha ciudadana y colaboración público-privada. “Zaragoza es hoy una ciudad con más oportunidades que nunca”, asegura.
Su perfil ha estado ligado tanto a la abogacía como a la gestión pública. ¿Qué le motivó a dar el salto a la política municipal?
La abogacía y la política tienen como nexo común el interés público y el querer solucionar los problemas de los demás. Así que no es casual que haya muchos abogados en la política, como tampoco es casual que muchos políticos vengan de la abogacía.
¿Cómo ha evolucionado su visión de la ciudad desde que asumió el cargo como consejero hasta hoy?
Zaragoza es una ciudad absolutamente cambiada desde el año 2019. Es una Zaragoza muy distinta. Cuando llegamos al Gobierno, Zaragoza era gris, con los parques y jardines abandonados, con suciedad en las calles, sin un solo proyecto en materia de urbanismo en los cajones… Mientras que hoy es una Zaragoza en transformación, muy distinta, con un sinfín de oportunidades y con el urbanismo de la ciudad más vivo que nunca y con más proyectos en ejecución que nunca.
¿Cuáles son actualmente los principales proyectos de urbanismo que se están desarrollando en Zaragoza?
Es un listado muy largo, pero los principales proyectos de urbanismo que se están desarrollando ahora pueden dividirse en varias grandes líneas estratégicas. Por un lado, en la política de grandes reformas integrales de calles, avanzamos con las obras de las segundas fases de las avenidas de Navarra y de Cataluña, actuamos en los barrios con vías como Escuelas, Matadero u Oeste, y ya preparamos otros proyectos transformadores como el del Coso y la plaza de San Miguel.
Por otro lado, en la política de equipamientos, avanzamos de manera firme en La Nueva Romareda pero también en los centros cívicos de los barrios, como el de Hispanidad, Rosales del Canal y Parque Goya, que demandaban históricamente los vecinos. Mientras, en materia de planeamiento urbanístico, estamos centrados en impulsar todos los desarrollos de Arcosur y de los llamados 38-1 y 38-3, es decir, Parque Venecia II y los suelos que están pegados a la prolongación de la avenida de Tenor Fleta. Y, por supuesto, seguimos con la regeneración del río Huerva, que es un proyecto de los más importantes en Europa en materia de infraestructura verde y que va a cambiar la relación de los zaragozanos con el río Huerva, el cauce que atraviesa más barrios y distritos de la ciudad junto con el río Ebro. Y a todo esto debemos sumarle la política de vivienda, que es una estrategia completa para construir en cuatro años más de 2.300 viviendas públicas y asequibles en la ciudad.
Vamos a tener unas cifras récord de construcción de vivienda pública para intentar paliar una situación que es urgente en la mayoría de las ciudades españolas
El crecimiento urbano siempre plantea un equilibrio entre expansión y sostenibilidad. ¿Cómo se gestiona esa tensión desde su área?
Hemos ido a potenciar los desarrollos previstos ya en el planeamiento y, sobre todo, que tuvieran dos criterios fundamentales: Uno, que estuvieran en torno a los cinturones, es decir, dentro de lo que podríamos considerar la estructura urbana más consolidada. Y, en segundo lugar, que hubiese interés también privado para tirar de los sectores y que por lo tanto fuesen de rápida ejecución. Tenemos necesidad de seguir avanzando con los suelos urbanos y por lo tanto es en esa dinámica en la que se va a seguir. Pero hemos sido muy prudentes y creo, sinceramente, que hemos alcanzado ese equilibrio entre seguir creciendo y hacerlo de una manera moderada y, sobre todo, sostenible. Zaragoza es una ciudad que ha crecido desde el año 2019 un 2,6% en población, pero un 11% en número de trabajadores. Y eso exige que la ciudad se siga desarrollando.
¿Qué papel juega la regeneración urbana en la estrategia del Ayuntamiento para mejorar los barrios consolidados?
Es clave. Tenemos la obligación de hacer operaciones que son más tácticas, como si fuera acupuntura, pero que tienen que ver con la regeneración urbana en los barrios. Así lo hacemos con la rehabilitación de vivienda en entornos sindicales de El Rabal, el Casco Histórico y Las Fuentes, pero también con Zamoray-Pignatelli. Cuando hablamos de vivienda y de la urgencia que tenemos en todas las ciudades, también en Zaragoza, no podemos olvidar que desde los ayuntamientos no solo podemos construir vivienda de manera cuantitativa, sino que tenemos que hacerlo de manera cualitativa. Pusimos en marcha en el año 2021 el plan especial de Zamoray-Pignatelli, que es un plan muy ambicioso que estamos ejecutando. Llevamos ya más de 40 millones de euros de inversión, con proyectos en todas las materias, se hizo y se puso en marcha la residencia de Pontoneros, pero también una nueva iluminación, la reforma de la calle de Agustina de Aragón, un ambicioso proyecto de compraventa y expropiación de solares y edificios… Y ahora nos centramos en la construcción de vivienda pública, que ya ha empezado con dos proyectos de Zaragoza Vivienda.
La reforma del entorno de la antigua estación del Portillo o el impulso al entorno del antiguo colegio de Jesús y María son proyectos relevantes. ¿En qué fase están y qué impacto esperan que tengan?
La ejecución del parque del Portillo va a cambiar también la fisonomía de esa parte de la ciudad. Se creará, veinte años después de que se proyectara, un gran parque en el barrio que menos zona verde tiene por habitante, Las Delicias, pero además va a mejorar todo el viario público y va a suponer un salto sustancial también de la movilidad del entorno y de la interconexión de distritos como el Centro, Casco Histórico, La Almozara y Las Delicias. En definitiva, es un proyecto transformador de ciudad y forma parte de esos proyectos que nos gustan especialmente en el Gobierno de la alcaldesa Natalia Chueca, porque consiste en atender demandas de los ciudadanos y desatascar proyectos bloqueados desde hace incluso décadas.
Por otra parte, el impulso al entorno del Carmen, del antiguo colegio de Jesús y María, en estos momentos está en fase de derribo del inmueble, que llevaba 30 años abandonado, y antes de que acabe el año se empezará con el proyecto constructivo por parte de la propiedad. Allí, la ciudad, además de una importante regeneración urbana, obtendrá un viario público con una gran plaza y un suelo para un equipamiento en el distrito Centro, que es muy demandado por los vecinos. Además, dentro de la operación conseguimos, gracias a un convenio, obtener un ingreso para las arcas municipales y dos suelos en barrios de la ciudad para crear una nueva zona verde en Las Fuentes y vivienda pública en San José.
¿Qué estrategias está desarrollando el Ayuntamiento para hacer frente a la necesidad de más vivienda asequible?
Es importante subrayar que hay una estrategia. En el Ayuntamiento de Zaragoza ahora en materia de vivienda tenemos una estrategia que, en una parte, son los programas europeos de construcción de vivienda en alquiler asequible para jóvenes y que está ejecutando unilateralmente la ciudad. Y, por otro lado, hay una estrategia conjunta con el Gobierno de Aragón a través del Plan Más Vivienda Aragón que, en el caso de Zaragoza, nos va a llevar a impulsar casi 1.700 viviendas. Y a todo esto debemos sumar las actuaciones de las que hablábamos anteriormente: políticas quirúrgicas y concretas que tienen que ver con la regeneración urbana.
Pero lo importante es que hay una estrategia y que nuestra alcaldesa Natalia Chueca y todo su equipo de Gobierno nos pusimos, desde el primer día de mandato, a trabajar en materia de vivienda y eso hace que hoy Zaragoza sea un referente para otras ciudades en el panorama nacional. Vamos a tener unas cifras récord de construcción de vivienda pública para intentar paliar una situación que es urgente en la mayoría de las ciudades españolas. En total, más de 2.300 viviendas públicas en nuestra ciudad en tan solo 4 años. Pero estamos centrados en la construcción de vivienda pública o protegida, pero también en posibilitar la habilitación de suelo para poder acoger todas las fórmulas de vivienda: libre, pública, de baja densidad, de alta densidad… En definitiva, todo tipo de vivienda.
Zaragoza ha sido una de las ciudades con mayor subida de precios del alquiler. ¿Qué puede hacer la administración municipal ante esta situación?
Hay que hacer vivienda. La clave es aumentar la oferta. Al final en materia de vivienda funciona la ley de la oferta y la demanda, que es la que equilibra las cosas y evidentemente nosotros ahora en la ciudad tenemos una necesidad de construir en torno a unas 4.000 viviendas al año y en estos momentos estamos alcanzando unas 2.000. Es, porcentualmente, similar a lo que le pasa en otras ciudades. Por ejemplo, Madrid debería tener un ritmo constructivo de unas 35.000 viviendas al año y no llega a 20.000. Pero todavía se ven porcentajes peores en muchas otras ciudades de España. Desde luego, nuestra primera obligación es, tras haber atendido el impulso a la construcción de vivienda pública y protegida, facilitar como responsables del planeamiento urbanístico la construcción de vivienda libre.
En materia energética, ¿cuáles son los objetivos que se marcan desde el Ayuntamiento para avanzar hacia una ciudad más eficiente?
Quiero resaltar el trabajo que se ha hecho en materia de energía durante estos años. Más allá de proyectos concretos, como por ejemplo el que se está ejecutando ahora con la instalación de placas fotovoltaicas para el autoconsumo en el Cementerio de Torrero, hemos diseñado una estrategia trasversal que ha requerido de un gran esfuerzo. Hay que tener en cuenta que cuando llegamos al Gobierno, en el año 2019, no teníamos ni siquiera estudiadas las posibilidades de las cubiertas de los edificios públicos para instalar en ellas energía fotovoltaica. Y en solo cinco años, ya tenemos más de 30 equipamientos municipales en los que se han hecho estas instalaciones, pero también se está trabajando en un plan de instalación energética en los 88 colegios públicos de Infantil y Primaria de la ciudad.
Pero la energía, sobre todo, es transversal a todas las áreas del Gobierno. Hemos ahorrado con una nueva contratación casi 16 millones de euros en la factura de la luz; se está desarrollando una estrategia 2050 para implementar los usos energéticos en el planeamiento municipal dentro del PGOU; y desde Medio Ambiente y Movilidad, por ejemplo, se está trabajando en la adecuación de varios parkings solares en la ciudad y han ejecutado una ambiciosa electrificación de la flota de autobús público.
Tenemos una necesidad de construir en torno a unas 4.000 viviendas al año y en estos momentos estamos alcanzando unas 2.000
¿Qué papel juega el autoconsumo y la comunidad energética local en ese plan?
En materia de comunidades energéticas tenemos algún proyecto que está lanzándose, concretamente en La Cartuja, pero lo cierto es que las comunidades energéticas locales han sido, por un tema de regulación normativa, un fracaso en toda España.
Los ejemplos que podemos contar a lo largo de todo el territorio nacional son contados y, normalmente, en municipios pequeños, dado que obedece a una regulación que dificulta mucho el poder ejecutar comunidades energéticas locales. No obstante, estamos trabajando con los vecinos, en especial con los de La Cartuja, con la intención de obtener fondos europeos para poder implementar una comunidad energética local que esperemos vaya a éxito.
¿Está previsto el impulso de nuevas ordenanzas o marcos normativos que faciliten las rehabilitaciones energéticas?
En cinco años, en materia de energía, el Ayuntamiento tiene una estrategia que se ha ido ejecutando a la vez que se impulsaban aspectos normativos. Las ordenanzas municipales facilitan las rehabilitaciones energéticas. En 2020 ya introdujimos una bonificación fiscal que tenía que ver con la implementación de energía fotovoltaica en las cubiertas de los edificios y se rebajó el ICIO en un 50%.
En 2024, la modificación asilada 197 del PGOU regularizó y flexibilizó la implantación de energías renovables limpias en edificios. Pero también hemos regulado los suelos, sobre todo los de la huerta de nuestros barrios rurales, para que esa implementación de energía fotovoltaica o de energía eólica tenga también un carácter sostenible y no dañe el paisaje o ni las perspectivas de vida de nuestros vecinos.
Las infraestructuras verdes y la renaturalización urbana están en auge. ¿Qué proyectos destaca en esta línea?
El proyecto del río Huerva es un proyecto único hoy en Europa. No solamente ha obtenido todas las bendiciones por parte de la Unión Europea, porque está dotado con fondos Next Generation, sino que, además, ha obtenido el visto bueno de la Fundación Biodiversidad, es decir, del Ministerio de Transición Ecológica, pero también del Gobierno de Aragón y, por supuesto, con el impulso y gestión del Ayuntamiento de Zaragoza. El río Huerva es un proyecto que nos va a llevar a tener una infraestructura verde donde hasta ahora solo había suciedad y tiene que ver también con la mejora de las infraestructuras.
Aunque parezca mentira, seguía habiendo colectores que desaguaban agua de lluvia y sin tratar al Huerva. Por tanto, el Huerva es un gran proyecto tanto en materia de infraestructura verde como en infraestructuras grises. A partir de septiembre comenzará a tomar forma, con 12.500 m2 de nuevos parques a lo largo del transcurso del río desde el Puente Blasco del Cacho hasta el cubrimiento de Gran Vía y la renovación de otros tres parques existentes desde Miguel Servet hasta la desembocadura. En definitiva, va a ser una revolución en la relación del ciudadano con su río, que será muy distinta a lo que hasta hoy teníamos en la ciudad.
¿Cómo se están incorporando criterios de accesibilidad y movilidad sostenible en los nuevos desarrollos urbanos?
Son dos criterios fundamentales en la transformación de la ciudad. Este Gobierno cree de manera firme en la accesibilidad y en la movilidad sostenible. No solamente a nivel técnico, on todos los nuevos desarrollos donde se tienen en cuenta los correspondientes informes de movilidad y de accesibilidad en cumplimiento de nuestras propias ordenanzas y de la legislación. Sino que estamos inmersos en la renovación de la flota de autobús y en toda la implementación de accesibilidad que se hace en los nuevos viarios.
Además, hemos impulsado incluso una nueva ordenanza de accesibilidad donde participaron todas las asociaciones y entidades, así como todas las áreas municipales. La propia alcaldesa Natalia Chueca recogió el Premio Nacional de Discapacidad Reina Letizia, en la categoría de Accesibilidad y Diseño Universal en Municipios, que entregó la propia reina de España.
¿Qué colaboración hay con el sector privado y con entidades colegiadas para abordar los retos urbanísticos y de vivienda?
Somos un Gobierno que cree en la colaboración público-privada y lo hemos demostrado a través de muchos proyectos. Lo hicimos con proyectos de regeneración como, por ejemplo, la residencia de Pontoneros o lo hemos hecho en otros proyectos. Pero, fundamentalmente, también creemos que Zaragoza es la ciudad en la que tenemos a los mejores profesionales y en la que tenemos también a dos excelentes universidades: la Universidad de Zaragoza y la Universidad de San Jorge.
Con ellos tenemos distintos convenios y cátedras que aprovechan el talento local para la administración pública. En mi área en concreto tenemos convenios y cátedras sobre la energía, la implementación de la tecnología BIM, la vivienda, frente a la ocupación ilegal, etc. El talento de nuestra ciudad genera un foro sólido de debate y de intercambio de conocimientos que nos hace referentes a nivel nacional.
¿Qué necesidades o déficits detectan en Zaragoza en cuanto a infraestructuras urbanas?
Algunas seguimos teniendo. Y, fundamentalmente, tal y como la alcaldesa ha señalado en muchas ocasiones, convendría cuanto antes cerrar un acuerdo con el Gobierno de España a través de Zaragoza Alta Velocidad para abrir el túnel carretero que tenemos junto a El Portillo. No tiene sentido que se ejecutara hace años una infraestructura que se quedó abandonada. Tiene nuestro máximo interés que Zaragoza Alta Velocidad y que el Ministerio de Fomento en concreto se tome en serio esta cuestión, porque, sinceramente, no tiene sentido que ahora que se está impulsando el entorno de El Portillo ese túnel vaya a seguir en las mismas condiciones en las que está desde hace más de 15 años.
En estos momentos, desde el planeamiento, tenemos que tener la agilidad suficiente como para que la ciudad se dote de suelos urbanizados totalmente
Uno de los temas recurrentes es el estado del viario y el mantenimiento urbano. ¿Qué actuaciones están previstas a corto plazo?
Si de algo se puede sacar pecho en estos años de Gobierno municipal del Partido Popular es precisamente en la realización de nuevas calles, en el mantenimiento del viario y en la reforma integral de calles y avenidas. Por poner un elemento comparativo: del año 2011 al año 2019, es decir, los últimos ocho años de gobiernos de izquierdas en el Ayuntamiento de Zaragoza, se invirtieron 10 millones de euros en la ciudad. Mientras que del año 2019 hasta hoy llevamos invertidos más de 45 millones de euros en viarios y en actuaciones que tienen que ver con grandes reformas de avenidas o calles. Y la previsión, cuando termine este mandato de Natalia Chueca, será que habremos alcanzado los 60 millones de euros en inversión.
Además, todo eso va acompañado de un incremento del 25% de las partidas que tienen que ver con el mantenimiento ordinario de las calles y desde 2020 se han ejecutado de manera sistemática en la ciudad cinco operaciones asfalto de récord, lo que supone un evidente salto de calidad en nuestro viario y en el mantenimiento urbano.
La Zaragoza que heredamos en este sentido en el año 2019 dejaba muchísimo que desear. No se invertía en las calles de la ciudad y no se hacían renovaciones integrales. Esto también conviene señalarlo: a veces se asfaltaba, a veces se cambiaba una acera, pero lo que no se hacía nunca era intervenir en tuberías. Por eso, otro dato importante es que en estos cinco años las roturas de tuberías han bajado casi un 40% porque, al final, la red del ciclo integral del agua es una red vital e importante interconectada y las mejoras parciales redundan en la totalidad del sistema y del servicio.
¿Cómo está afectando el contexto económico actual —inflación, energía, costes de materiales— a la ejecución de proyectos?
Es evidente que afecta. Es verdad que los costes energéticos se han mantenido, pero ha habido un incremento de costes de materiales que hace que ese esfuerzo que hacemos por renovar calles y avenidas, por construir equipamientos o por avanzar en desarrollos de infraestructuras tales como el Canal Perimetral en torno a Parque Venecia para paliar las aguas torrenciales, pues sean obras que se han encarecido y que requieren de un mayor esfuerzo presupuestario.
Pero, en cualquier caso, intentamos paliar ese incremento de costes estando muy atentos a lo que luego es la ejecución de las obras. Y hasta ahora, las grandes obras que hemos acometido en el Ayuntamiento desde el año 2019 no han tenido incrementos notables a la hora de pagar la obra.
Si tuviera que resumir en una frase las prioridades actuales del área que gestiona, ¿cuál sería?
En estos momentos, desde el planeamiento, tenemos que tener la agilidad suficiente como para que la ciudad se dote de suelos urbanizados totalmente que puedan acoger toda la vivienda que la ciudad necesita. Hay que atender las urgencias de la ciudad consolidada, especialmente en Zamoray-Pignatelli, pero también en otros barrios y distritos de la ciudad, como por ejemplo Las Fuentes o Delicias. En materia de vivienda, tenemos una auténtica urgencia.
Creo sinceramente que se está trabajando bien, pero todos los pasos que se han dado en la buena dirección, con vivienda real que ya se está construyendo ahora mismo, hay que consolidarlos en el presupuesto municipal y seguir avanzando. La política de vivienda tiene una importancia tal que debe ser sistémico que el Ayuntamiento de Zaragoza cada año se lance con nuevos proyectos a la construcción de vivienda.
También es una prioridad acabar el campo de La Nueva Romareda para que Zaragoza sea sede del Mundial de Fútbol en el 2030 y acabar el proyecto del río Huerva, que es un proyecto transformador de la ciudad. Mientras que, desde un punto de vista más técnico, hay que seguir avanzando en la simplificación administrativa. Estamos trabajando en la implementación de las ECU (Entidades de Colaboración Urbanística) para gestionar más actos administrativos y que puedan obtener las autorizaciones correspondientes a través de la fórmula de la declaración responsable.
Zaragoza no solo es el lugar donde trabaja, también donde vive. ¿Cuál es su rincón favorito de la ciudad?
Mi rincón favorito de la ciudad no es ni donde trabajo ni donde vivo, porque es la fachada norte de La Seo. Pero, en cualquier caso, Zaragoza es una ciudad preciosa y así se refleja en todos los rankings de calidad de vida, donde siempre está entre los puestos más destacados, y hay muchos “rincones favoritos” en la ciudad. A veces incluso el salón de plenos del Ayuntamiento de Zaragoza es uno de mis rincones favoritos [ríe].
Y fuera del trabajo, ¿qué le gusta hacer para desconectar de la agenda institucional?
Me gusta esquiar, me gusta el fútbol. Soy muy futbolero. También me gusta el baloncesto. Pero sobre todo me gusta leer y escribir. Desgraciadamente, escribir es una afición que tengo un poco más abandonada en estos últimos años de responsabilidad política, pero sigo siendo un buen lector.